Muerte Y Guerra (Caspar x Dorothea)

295 6 0
                                    

EN EL AULA DEL ÁGUILA NEGRA se encontraban los jóvenes Caspar y Dorothea, ya eran tiempos de guerra, pero querían rememorar los viejos tiempos en su antiguo salón de clases, las clases de Byleth, los coqueteos de Dorothea, la altanería de Ferdinand, la pereza de Linhardt, la timidez de Bernadetta, el aspecto tenebroso de Hubert, los gritos de euforia de Caspar, en fin, esas características de los muchachos que a pesar de que aún siguieran presentes, se sentían muy diferentes en los tiempos de derramamiento de sangre, antes todo era amor, felicidad, aventuras y diversión, ahora era todo lo contrario. Por estas y otras razones los jóvenes se encontraban recordando momentos llenos de nostalgia, para alejarse de su actual realidad cruel...

Caspar: Oh Dorothea, ¿qué haces por aquí?

Dorothea: Recordando viejos tiempos en la Academia, ¿y tú?

Caspar: Se podría decir que lo mismo, extraño mucho la Academia, incluso me da risa cuando me obligaste a llamarte hermanita y cuando me pusiste a limpiar tu cuarto.

Dorothea: Me da nostalgia solo oírlo. Hablando de esto, desde la Academia ninguno de los hombres con los que he salido a valido la pena.

Caspar: (Se sonroja) Creo que te falta esforzarte un poquito más, tu sueño de casarte y formar una familia no está lejos de ti.

Dorothea: Oh Caspar, ¿por qué te sonrojas?

Caspar: (Sorprendido) No, por nada, es que cuando hablan de temas románticos conmigo a veces me sonrojo.

Dorothea: Te voy a creer.

Caspar: ¿Te puedo preguntar algo?

Dorothea: Lo que quieras, Caspar.

Caspar: ¿Saliste con uno de nuestros compañeros?

Dorothea: (Sonrojada) Hmmm, sí.

Caspar: ¿Puedo saber con quién?

Dorothea: ¡Caspar, haces que me sonroje! Bueno, te lo diré: salí con Ferdie y también he salido con Sylvain y Felix, de los Leones Azules.

Caspar: ¡Wow, sí que te siguen los hombres!

Dorothea: Oh, lo sé Caspar, ellos eran buenos muchachos pero ninguno quiso saber más de mí y yo no los busqué más, aunque pues Ferdie aún sigue con nosotros y lo aprecio, que por cierto a veces me desesperaba con sus sermones sobre la nobleza, sin embargo es un buen chico pero nuestra relación nunca pasó de amistad.

Caspar: ¡Qué mal que aún no encuentres a tu media naranja! Yo en cambio tengo que esforzarme mucho por entrenar y así ser alguien en la vida, y me cuesta mucho hacerlo.

Dorothea: Deberías descansar un poco de tu entrenamiento riguroso, ya sabes, para no lastimarte.

Caspar: Puede que tengas razón, pero quiero ser tan fuerte como sea posible.

Dorothea: (Se ríe) Cuando hablo contigo siento que puedo ser yo misma Caspar, las palabras las digo con naturalidad y no las pienso, simplemente soy yo cuando estoy contigo. Incluso la idea del matrimonio...

Caspar: (Sonrojado) ¡Oh no! Espérame Dorothea, no estoy preparado para esto.

Dorothea: Caspar, quizá te estés haciendo una idea equivocada, iba a decir que cuando estoy contigo la idea del matrimonio se me va de la mente.

Caspar: (Sonrojado) Oh, ya me había asustado.

Byleth: Chicos, los Caballeros de Seiros están invadiendo territorio, los necesitamos.

Caspar: Cuídate mucho Dorothea, no quiero perderte en esta guerra, eres una muy buena amiga para mí.

Dorothea: Lo mismo digo Caspar, deberíamos cubrirnos las espaldas uno al otro.

One-Shots de Fire Emblem: Three HousesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora