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Sakura

— ¿En serio? —asentí— ¡Vaya! Que genial...

Me removi incómoda en mi lugar y este lo notó.

— No debes tener miedo, pequeña —me sonrió—. No te haremos nada a menos de que lo provoques. Solo queremos... Estar contigo un rato.

— Llevo semanas aquí. ¿De qué rato hablas?

Rió.

— Que impaciente... Tranquila dulzura, todo estará bien —golpeó suave mi cabeza.

— Shin... ¿Que quieren de mi? Llevo dos semanas sin poder salir de esta mansión,  agradezco  que me permitieran salir de la habitación pero...

— ¿Pero? —incitó a que siga hablando.

— Quiero salir.

— Eso no pasará.  Nosotros, también somos posibles Adán.  Bueno, tenemos muchas más  posibilidades que aquellos vampiritos —rió—. Hemos escuchado mucho de ti, te hemos seguidos por mucho tiempo, Sakura. Y cuando oímos que estarías en la fiesta fue nuestra oportunidad.  El que hayas escapado de ellos nos lo facilitó  bastante, no estabas bajo su cuidado.

— Eso quiere decir que yo... ¿Es por mi culpa que estoy aquí? —asintió divertido—. Si no me hubiera separado de ellos...

— Oh, no, no, no. No te confundas, de igual manera estarías aquí pero habría sangre de por medio —miró sus uñas despreocupado y luego volvió  a mirarme.—. Mm... Tengo hambre.

Clavó sus colmillos en mi piel al instante en que terminó  de hablar. Escuchaba los sonidos que hacía al disgustar mi sangre.

— Exquisito... Ya me estoy acostumbrando a beber de esta fascinante  sangre tuya, Eva querida —relamió sus labios y volvió  a clavar los colmillos.

Si quería vivir... Tengo que actuar como un conejito. Dulce e indefenso. Lo había aprendido  a las malas, ya que mi actitud  hizo que ganara varias golpizas y maltratos de estos dos... Cuando empecé  a ser más suave con ellos, ellos también lo fueron conmigo.

Esta no era yo, pero me hacía sobrevivir y era todo lo que necesitaba.

Un mes después.

Carla, ten cuidado.

—¿La pequeña  molestia se preocupa por mi? No necesito de tus cuidado.

— Lo sé, pero... De igual forma ten cuidado. El cuchillo puede lastimarte de igual forma.

— ¿Así? —cortó su muñeca y abri los ojos asustada, acercándome a el y tapando la herida— ¡¿Estas loco?!

Este rió suave.

— Impertinente. Soy un vampiro, quita tu mano de mi brazo  —mi cabeza hizo click al recordarlo  y me alejé de él  rápido.

— Cierto. Me había olvidado que se regeneran bastante rápido...

Caminó  hacia mi, haciendo que mi espalda choque con la mesada de la cocina. Tomó  mi mentón entre sus manos, levantando mi rostro.

— ¿Estabas preocupada por mi, sucia humana? —susurró divertido—. No necesito nada de ti.

— Lo siento...

— Eres patética  —unió nuestros labios en un beso lo cual me sorprendió  bastante—. Pero... —lamió sus labios mirándome — sabes bien. Y como no quiero que mi comida se vaya de mí,  serás de mi propiedad a partir de ahora, ¿Escuchaste? Nadie puede tocarte salvo yo.

Asentí asustada.

— Así me gusta.

En un parpadeo desapareció  de la cocina dejándome con el corazón  en la boca.

Si bien ya hacía bastante  que estoy aquí, y aprendí a sobrellevar las personalidades de estos y descubrir cómo son... Algunas actitudes aún me dejaban desconcertada,  como el de recién.

Muy rara vez tenían una acción de afecto hacia mí, casi siempre eran posesivos, demandantes y masoquistas. Les gustaba verme sufrir, verme a su pies.

Extrañaba ir al colegio y ver a Shin...

Bufé.

¿Cuanto tiempo más debo estar aquí?

(...)

— Veo que te gusta —soltó Carla.

— Sí.  Esta deliciosa la sopa...

— Unos pajaritos me contaron que querías tomar sopa y Carla decidió  hacerla...

Carla le tiró un cuchillo a Shin furioso por contarme eso.

— ¿En serio?

— Tsk. No te creas tan importante. 

— Gracias, Carla... —agradecí sonriente. Era un gesto tierno de su parte y eso me daba entender que tarde o temprano podrían ablandarse conmigo y eso significa  que podría jugar.
Quien diría que actuar como Yui tiene sus beneficios.

•••
¡hola y adiós!

La rival de Yui || DL 2da TempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora