La rival de Yui || DL 2da Temp

37

Sakura

— Hola, Sakura.

Me volteé asustada al escuchar su voz.

;¿Nos extrañaste, dulzura?

Estos dos aparecieron. ¡¿Como entraron al colegio?!
Yo y mi maldita vejiga que me hace ir al baño estando sola.

— Nos causaste muchos problemas la última vez... ¿Como crees que debería castigarte? —tragué duro.

— Carla, déjame divertirme con ella... La quiero para mí. ¡Extraño tanto jugar con ella! —pidió Shin.

— Antes de pedir algo... Asegurate de saber quien va a jugar con quién —sonreí perversa.

—Shin, ya lo hablamos. Ella me pertenece y no íbamos a permitir que unos sucios vampiros me la quitaran, ¿Cierto?

El otro asintió bufando.

— Luego tendrás tu turno con ella —agregó el peli blanco y el del parche sonrió feliz.

— Vinimos a disculparnos por la forma en la que te tratamos... No te merecías todo eso.

— Merecias cosas peores —sonrió sádico Shin.

Calmé mis nervios y me acerqué a ellos.

—¿Vinieron solos? ¿Donde estoy rodeada de los Mukami y Sakamaki? —pregunté con gracia— No se si son idiotas o estúpidos.

—¿De dónde sacas esas agallas ahora, muchacha? Recuerdo que me rogabas y llorabas.

— Veo que son estúpidos. Ya no soy humana —sonreí altanera—. ¿Quieren jugar conmigo?

— Si quieres volver a llorar solo pidemelo y te lo cumpliré. Pero hazlo de rodillas —Escupió Carla.

— Oh, ya entiendo... Volviste a tener tus garritas. Mmm... Me pregunto si las usarás en mi espalda —comentó en un tono pícaro, yo hice un gesto de asco al escuchar sus pensamientos.

—Vayanse.

Shin de un momento a otro sostuvo mis cara entre sus manos y me besó, mordiendo mi labio y succionando la sangre que salía de este.

—Deliciosa como tú —relamió sus labios divertido y se esfumo en un parpadeo.

—Vendré a reclamar lo que es mío —advirtió Carla antes de desaparecer como hizo su hermano.

Inconsciente llevé mis dedos donde segundos antes los labios del de pelo salmón estuvo. ¿Que fue todo esto?

— Sakura —miré a este—. ¿Estas bien? Pasaba por aquí y sentí unas presencias extrañas.

—Sí, gracias Ruki... ¿A donde ibas?

— A la biblioteca. ¿Por qué?

— Voy contigo.

— No.

—No fue pregunta —largué una risita y tomé su brazo entre los míos, apretandolo contra mi pecho—. Fue un aviso.

— Eres una mujer...

— ¿Increíble? ¿El amor de tu vida? ¿Fabulosa? ¿Excitante?

— Pesada. Cierra el pico y camina. Y también deja de apretar mi brazo contra tus pechos, maldita pervertida.

— ¿Are? Pero si yo solo no quiero que te pierdas... Además, si tu piensas cosas sucias sobre mi no es mi problema...

— Tch.

Me puse de puntitas y lamí su cachete haciendo que se sorprenda y ligeramente se avergüence, sus mejillas estaban como testigo.

— ¿Que h-haces?

— Tenias chocolate.

— Eres una mala mentirosa.

— Tal vez si, tal vez no... Oh, ¿Recuerdas aquella vez?

— ¿Aquella vez? —preguntó intrigado mientras caminabamos.

—Sí, ya sabes... Cuando quise escapar de los Sakamaki y aparecieron ustedes... Aquella vez. Bueno, en fin. Estuve pensando y si... Me gustaría que me pongas en cuatro —me separé de este y empecé a correr riéndome traviesa.

— ¡Oye! —escuché a los lejos pero no me siguió. Ruki es un buen alumno y el no iba a fallarle al profesor, si le pidió ir a la biblioteca el iba a hacerlo.

Mientras caminaba por los pasillos miles de recuerdos invadieron mi mente.

— Que buenos momentos —solté para mi misma.

— ¿Como cuáles?

— Ah, pensé que te habías ido a la biblioteca.

—No puedo ignorar tus deseos —sonrió arrogante.

— Aunque me encantaría hacerlo, solo puedo acostarme un Ruki, ¿Sabes?

— No me hace falta acostarme contigo, Sakura. Además... La que me pedirá hacerlo seras tú. Te dije que si tu jugabas, yo jugaba.

—Debo ir a clase. ¡Adiós!

Tomó mi brazo con fuerza y me llevó a los baños, precisamente a un cubículo de estos.

—Nunca voy a entender como es que se mueven tan rápido —solté escéptica.

—Cierra la boca. Estamos en el baño de hombres, ¿Que crees que pasara si descubren que una mujer está sola con un chico y fuera del horario de clases? Será mejor que guardes silencio, sucia Sakura.

— ¿De verdad quieres jugar? —tomé su corbata tirando de este— Juguemos. Pero no me culpes si termino ganando.

•••
¡hola y adiós!
Se acerca el finaaaAaAl