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4 de octubre — San Diego, Estados Unidos
Todo comienza en una clase de Matemáticas, cuando el señor Park, el profesor —un cuarentón de barriga abultada y casi calva que anda siempre con la misma camiseta a rayas y unos feos anteojos—, entra en la sala acompañado de una chica. Shuhua nunca la ha visto en su vida.
Está bien, ella no conoce a mucha gente, no importa cuánto tiempo haya estado en la misma escuela durante años, y hay muchas estudiantes nuevas que ingresan este año, pero está realmente segura de que la chica es nueva porque, ¡mírala! Tiene que ser de otro mundo. Los ojos de Shuhua incluso brillan mientras observa, conquistada, hechizada, escribiendo todos los detalles en su memoria para proyectarla en sus sueños esta noche.
Su corazón está ebrio de amor.
Seo Soojin; el hombre presenta, a la estudiante transferida de Nueva Jersey a la mitad del primer trimestre para terminar el tercer año. Tiene el pelo largo y oscuro y flequillo, y su ropa es tan normal como la de otras compañeras de clase, pero se ve mil veces mejor; lleva vaqueros, blusa y chaqueta porque se acerca el invierno.
El Sr. Park dice que ella puede elegir dónde quiere sentarse, pero que sea cual sea el asiento que elija, será su lugar por el resto del año. Solo hay dos asientos disponibles y uno de ellos está al frente, entre las nerds y las porristas, y el otro está atrás, cerca de Shuhua. Shuhua no cree que la chica nueva elija sentarse entre las bestias, pero se equivoca tan pronto como Soojin toma la silla junto a Freddie Lumps, mostrando lo audaz que puede ser.
Las nuevas estudiantes nunca tienen oportunidades como esa.
Mientras pasa la clase y las manecillas del reloj de cerámica que cuelga sobre el pizarrón hacen ruido al moverse, todo en lo que la pobre Shuhua puede concentrarse, en lugar de anotar las fórmulas matemáticas que escribe el profesor en el pizarrón que le servirán para el próximo examen. Está en la belleza de Soojin, quien no mueve la cabeza para mirar hacia los lados ni una sola vez; qué esponjoso se ve su cabello, cómo puede oler su piel, qué suaves deben ser sus labios...
Pero las chicas bonitas son más importantes que las matemáticas, ¿verdad? E interesantes, también.
Cuando suena la campana del almuerzo, Shuhua trata de apresurarse a empacar y llegar a Soojin, para presentarse y tal vez obtener su número, pero la confusión dentro del salón de clases es demasiada y la pierde antes de llegar al pasillo, viendo solo la oscuridad de su cabello balanceándose desde lejos mientras ella aleja sus brazos confiados.
Sin embargo, ahora hay efectos secundarios en Shuhua, dejados por la chica bonita. Su estómago se revuelve dentro de su vientre y no es por hambre, su sangre se siente como fiebre debajo de su piel y hay una secuencia de tun-tun sucediendo dentro de su pecho que es demasiado intensa. Está enferma y el diagnóstico es amor a primera vista.
