Cuando desperté, faltaban solo 10 horas para el concierto. Entonces le escribí para poder quedar bien así nos encontrábamos sin mal entendidos.
Yo: holaa
Yo: siento molestarte, esque quiero hablar con tigo. Escucha, voy a estar en el sector VIP, así que podras verme facilemte. Ya que nunca respondiste que conjunto querías que usara, tuve que elegirlo yo misma. Me decidi por el que dice señora styles.
Yo: ojalá te guste, y puedas recnocerme. De todas manera, nos veremos después del show.
Harry: La remera que dice señora Styles me encanta, no se si es porque anuncia que eres mi esposa, o solo porque soy tan engreído que amo mi apellido. Creo que jamás lo sabremos. Solo faltan 9 horas y 46 minutos para que pueda verte. ¿No estas emocionada?
YO: más de lo que te imaginas.
Dejé el móvil en la cama y me dirigí a mi cuarto de baño. Mi hermano llamó a mi puerta.
— Hola- dije muy alegremente-
— ¿Como estás hermanita? - dijo al mismo tiempo en el que se recostaba en la cama-
— Muy bien hermanito - imité su tono burlonamente -
Nos quedamos en silencio un tiempo. Me extrañaba la razón por la que el estaba allí, tirado en mi cama. Tengo el gran problema de no poder cerrar mi bocota. Mi madre dice que no tengo filtro, en realidad yo creo que no es nada malo, a las personas les agrado por eso. Tengo que decir exactamente lo que pienso, siento que me miento a mi misma si no lo hago.
— ¿te has dado cuenta de que jamás vienes a mi habitación y la ves que lo haces estoy apurada? Dime exactamente que diablos haces aquí.- Dije ya, un poco enfadada. El nunca venia a mi habitación, eramos muy unidos si, pero hacia algunos meses el empezó a salir con una chica que conoció en starbucks y desde ahí estuvo totalmente estúpido.-
— Que, ¿ya no puedo pasar a visitar a mi hermana por las tardes?
— ¿te estás oyendo? - dije soltando la ropa que estaba preparando para irme- vivimos en la misma casa, ¿y tienes que "visitarme" para poder hablar con migo?
— Escúchame. Es importante.
— Bueno, te escucho pero que sea rápido, debo irme.
— Mamá y Papá tuvieron un accidente. - dijo esta vez él, sin filtro-
Sus palabras se clavaron en mi corazón como si fueran cinco dagas recién afiladas.
— ¿Que dices?
— Ellos están en el hospital ahora. Han pasado dos horas desde que una mujer los llevo ahí. Ninguno ha despertado.
— No, no por favor. Deja de bromear ¿quieres? jamás bromees con eso. -dije con lágrimas asomando por mis ojos-
— ¡¡Jamás haría algo así!!- empezó a gritar- Ellos no están bien, ambos están en coma, ambos morirán.
Me quede paralizada. ¿Como podía decir algo así? Facil. No tenía fe, o sabía algo que no estaba diciéndome. Quise averiguarlo yo sola. Agarre las llaves de mi auto dispuesta a salir en busca de mis padres. Tenía que verlos.
— ¿En que hospitál están?
— No puedes ir a verlos. Ellos no están en Inglaterra, ellos no están el en continente ¿reuerdas?
Y ahí lo recordé. Ellos habían salido de casa por un mes, lo que significaba que no festejariamos navidad con ellos. Ellos estaban en Nueva York para una entrevista que tenía mamá.
— No puede ser. -No nos habían dejado dinero suficiente como para un boleto de avión.-
Me tire en la cama llorando hasta quedarme dormida. Cuando desperté, quedaban solo tres horas para que el concierto comenzara. Y tenía que estar allí una hora antes, menos los 45 minutos que me llevaría conducir hasta allí, me quedaba solo una hora y cuarto para prepararme, bañarme, vestirme y pasar a buscar a Sienna para que fuera con migo.
Abrí la puerta para avisarle a mi hermano lo que haría esa tarde, y también le dije que posiblemente no pasaría la noche en casa.
Me bañe, y vestí lo mas rápido que pude. Lavé mis dientes y me puse maquillaje. Cuando me aseguré de que no olvidaba nada, salí despidiendome de mi hermano y diciéndole que todo estaría bien y que no me llamara si no lo llamaba yo, sin importar lo que pasara.
Cuando llegué a la casa de Sienna, toque bosina y ella salió corriendo de su casa. Llevaba un short color salmón y una pupera que decía " Liam Payne". Aun faltaban 50 minutos para llegar al lugar donde se realizaba el concierto.
Llegamos allí con diez minutos de sobra y nos pusimos en la cola para entrar, cuando escuchamos muchos gritos. Mire para todos lados, pero no pude encontrar a ninguno de los chicos.
— ¿Ailu?...- una voz ronca me hablo desde mis espaldas-.
