Los otros dos días que estuvimos en Los Ángeles, nos la pasamos llendo a lugares turísticos, como por ejemplo, el paseo de la fama o a los restaurantes mas prestigiosos del estado. Fue muy divertido, y además no hubieron complicaciones, ya que en Norte América, hablan en inglés, pero el verdadero problema llegó cuando aterrizamos en territorio Latino.
Primera parada, México.
Estábamos los seis en el avión cuando una mujer que supuse era la azafata, habló por los altavoces y nos dio la primera complicación de el viaje por Latinoamerica, hablando en español.
— «Señores pasajeros, les informamos que el avión está por aterrizar, por lo tanto les pedimos que se acomoden correctamente en sus asientos y abrochen sus cinturones, gracias»
— Mierda, ¿que dijo? — Harry me miró confundido—.
— Creo que dijo que el vuelo tiene complicaciones, observa, todos están abrochando sus cinturones. –Opinó Louis esta vez –.
— Oh no, no puedo morir soy muy bella, hasta tengo un novio famoso, no quiero morir. –Dije agarrandome del brazo de Harry –.
Una señora que observaba nuestra pequeña escena con gracia, se acercó y nos habló.
— Tranquilos, nadie va a morir y tu vas a conservar tu pequeño novio famoso; lo que dijo la señorita, es que ya estamos por aterrizar y deben ponerse los cinturones para más seguridad.
— Oh, muchas gracias, señora. Es bueno contar con alguien que sepa inglés. –Zayn agradeció a la mujer e intentó calmar a Liam, quien estaba sufriendo un ataque de nervios.
Después de conversar con la amable señora -Mirta- sobre lugares que podríamos visitar mientras estuviéramos aquí, nos bajamos del avión y nos subimos al auto que nos esperaba en el aeropuerto para llevarnos al
hotel "Sevilla Palace"
Me sorprendió ver la cantidad de fans que habían esperando por nosotros –por ellos, mas bien– en la puerta del aeropuerto.
Mierda, arrazaban con todo.
***
— Exijo un taco. ¡YA DENME MI TACO!
Ya estábamos instalados en el hotel, y habíamos pedido tacos al servicio a la habitación hace media hora y aún no aparecían. Niall estaba perdiendo la paciencia.
— Mejor vallamos a un lugar afuera y compremos tacos en algún puesto, ¿que dicen? – Sugerí luego de que Niall gritara por el balcón que le dieran su taco. Como siempre, las fans enloquecieron –.
— Cualquier cosa mientras consiga un taco de pollo.
Cuando mi idea fue aprobada por todos, le avisamos a los de seguridad y salimos por la parte trasera del hotel, para que las fans no nos -los- vieran.
Media hora más tarde.
— Ahí hay un puesto de tacos, ¡quiero uno de pollo! Ailu, ¿me compras un taco de pollo? ¡No! Mejor cómprame dos. –Niall me puso cara de corderito abandonado y luego pestañeó exageradamente para aumentar su nivel de ternura. –
— Claro, ¿dos de pollo entonces?
— Sipi. –Dios, si no dejaba de ser tan tierno lo violaría allí mismo, lo lamento por Harry. Aunque pensándolo bien, no estaría mal hacer un trio.
Me acerqué al puesto en donde una señora de tez morena hablaba con un señor de igual aspecto.
— Hola, buenos días. Quería pedirle dos tacos de pollo, y uno de carne.
—¡Pide diez de carne y ocho más de pollo! –la voz desesperada de Harry me hizo sonreír –.
— Mejor que sean diez de pollo y once de carne si es posible.
La señora me miró extrañada y supe que el segundo problema con respecto al idioma estaba por llegar.
— «Lo lamento chaba, no hablo ingles»
— Oh, de acuerdo, gracias de todas formas.
Me alejé del local y me acerque a los chicos
— ¡Tacoooss! –Niall miró mis manos –. Ailu, ¿donde están mis tacos de pollo?
— No entendí bien, pero dijo algo de inglés. Creo que no le vende a los ingleses.
— Oh, que mal. Vallamos al local de enfrente, tal ves allí si acepten extranjeros.
Y se fueron los cinco caminando cómo las divas británicas que eran.
Bobos.
— Esta ves voy a intentarlo yo, –me informó Harry– tal vez mis hoyuelos ayuden un poco.
Se acercó al negocio con la mejor de sus sonrisas y le habló a la vendedora, que ésta vez era una chica joven, de unos veinte años.
— «hola, bienvenido a Rico's, que desea para...»– la voz de la chica se fue apagando a medida que se daba cuenta de la persona que estaba delante de ella –. «Oh por Dios, ¡eres tu!»
— Si, me gustaría diez tacos de pollo, y once de carne, para llevar, por favor. –Harry trataba de no borrar su sonrisa con hoyuelos, a pesar de que no le había entendido ni una sola palabra a la joven –.
— «lo lamento, no puedo entender te, pero ¿puedes sacarte una foto con migo?»
— ¿Que si tengo cambio? ¡Claro que si! Toma, –depositó el dinero sobre el mostrador – ¿Puedes darme mis tacos?
— «Oh, ya comprendo, si, claro toma. Gracias por el cambio»
— Gracias, pero no hacen falta las servilletas, ya tenemos. Adiós.
Y se alejó con una sonrisa triunfante.
— Les dije, estos chicos, —señaló sus hoyuelos – nunca fallan.
Comimos nuestros tacos sentados en un banco que había cerca del local, y Niall no dejo de agdecerle a Harry por sus tacos hasta que nos fuimos y llegamos al hotel, en donde las fans desesperadas los esperaban.
El show era al día siguiente, y los productores nos obligaron
-incluyéndome- a dormir temprano, es por eso que afuera aún era de día y nosotros estábamos acostados y listos para dormir.
Mañana sería un largo día.