11

6.4K 403 172
                                    

Mateo

Traficando y conectando loco aquí de eso se trata

Tumbando a los chapetes y dejándoles la marca.

• •

MARATÓN 2/3

• •

—¡Hey!— grita una voz conocida con su motor de moto de fondo.— ¡Flaco! ¡¿Qué haces?!— se baja de su vehículo y, en un abrir y cerrar de ojos, el chabon salió corriendo para esconderse en los pasillos de la calle.— ¡Te voy a matar, gil!— eleva de nuevo la voz con bronca.

Suspiré al saber que fue tan manco que le pegó a la chapa que estaba al lado, casi a la misma distancia que yo.

—¿Estás bien?— pregunta acercándose Valentín, y por primera vez agradecí a lo que sea que esté allá arriba porque no pasó nada grave.

—Fua, boludo. Casi me afana.— respiré profundo mirándolo.— La puta madre, servís para algo, che.

—Un amor él.— ríe contagiandome.— ¿Le viste la cara?— insiste.

—No, ni ahí.— negué viendo agitado para donde se fue el chorro. Me sentí aliviado y a la vez con terror de que me ocurra lo mismo dentro de poco.— Gracias, puto. En serio.

—Ves que no podes estar sin tu cuchurrumin.— se agranda cagando el momento.— Dale, noviemos.

—¿Ya la tenés que cagar, pedazo de trolo?— interrogue cansado de que siempre haga lo mismo.

—Uh, me olvidé que él está con Palomita...

—Ya te dije que no le digas así, flaco.— lo rete cansado.

—Bueno, che. 'Tas enojado.— reprime frunciendo el ceño mientras sonreía.

—¿Podes creer que Paloma se fue con un tal Nico? No te la puedo creer.— me cruce de brazos acomodando mi mochila que apenas tenía una lapicera, no hacía una mierda en todo el día.— ¿De qué te reís?— hice montón con la mano al notar que Valentín estaba a nada con la risa acumulada.

—Nico se fue a coger con Paloma y el trolo se puso celoso.— canta tirando unos pasitos, eso hizo que yo me ponga aún más de mal humor.

—Vos no cambias más.— tapé mi cara con mis manos.— Es su hermanas...

—¿Quién te dijo ese chiste de cumpleañitos?— se echa una carcajada dejándome confundido.

—¿De qué hablás, flaco?

—Ese chabon va al club de Ferro y es mejor amigo de Martín.— informa tranquilo.— La única familia que tiene es su viejo, que encima es un machito pelotudo. No tiene hermanos, Mateo.

—¿La idea es que te crea?— interrumpo y el castaño asintió.— Bueno, mal ahí porque no me sale.

—¿Querés creerme?

—No, yo confío en que ella me dijo la verdad.— alcé los hombros y él observa su moto.

—Vení, vas a creerme.— me agarra del brazo con fuerza e hizo que me siente en la parte trasera de su vehículo.— Avisale a tu vieja que te vas a ir a la Iglesia a confesar tus pecados, pillo.

—Tarado.— reí mientras mi amigo arrancaba la moto, en cambio yo agarré mi celular a escondidas por las dudas y marqué el celular de mi vieja esperando a que me conteste.— Hola, ma.

—¿Pasó algo?— habla cortanto, yo odiaba que mi vieja me trate así porque es lo más tierno que conocí en toda mi vida, se me hacía difícil asimilar que me trate como me trata ahora.

—'Cuchame, me voy a la casa de Valentín y después me voy para casa. Si querés voy a buscar a Emi y lo traigo en bondi.— propongo para ablandar la situación.

—Bueno, acordate qué hoy tu papá te lleva al taller.— recuerda echando un suspiro.— Cuidate, Mateo. Fijate por donde andas con tu hermano.

—Dale, te amo.— sonreí a pesar de que no me pueda ver y ella fue la que me colgó la llamada. A todo esto, ya nos encontrábamos a escasas cuadras de la casa de Paloma, no entendía para qué mi amigo hacía tanto escándalo por un pibe. Igual yo también quería saber de qué se trataba todo este jueguito.

—Mira, ese es el auto del Nicki.— acota señalado con la mirada el vehículo que se encontraba estacionado justo en frente de la casa de Paloma.

—Y de quién va a ser, tonto.— pegué un saque en su nuca.

—Bajate rápido y escondete atrás de ese árbol que yo engancho la moto.— ordena e hice caso omiso. Metí el celular en mi bolsillo y me quedé esperando a que Valentín termine de hacer lo que tenia que hacer.

—¿Qué querés que vea?— insisto ansiado y él me guía a la puerta de la casa de la castaña.

—¿Hay alguna ventana que no tenga cortina?— susurra cosa que me dejó descolocado.

—La de su habitación.— informo apenado, ni yo sabía cómo conocía eso.— Pero, escuchame... ¿Para qué?

—Fijate de reojo su habitación, lerdo.— me mira mal y al principio no quise, pero después de varias cagadas a pedo hice caso. Le di una mirada rápida desde lejos a la ventana de la habitación y vi de un momento a otro cómo se abría la puerta despacio, hasta que ambos cuerpos, el de su "hermanastro" y el de ella se asomaron por allí.— ¿Y? ¿Qué ves?

—Se va a comer al herma...

—¿Vo' so' imbécil? De verdad te pregunto.— se enoja con tono serio.— Chabon, ¿cómo se va a comer a la hermana?

—Shh, callate.— le pegue sin verlo y ahí es cuando caí que ese tal Nicolás se estaba comiendo a Paloma en frente mío.— Pero...

—Y una vez más, señoras y señores, Valentín Oliva tiene un premio por vidente.— festeja pensando que yo también me iba a reír como lo estaba haciendo él, pero yo, en cambio, estaba a nada de romper algo.— Upa, Matein. ¿Estás ahí?

—¿Por qué me mintió?— murmure prosiguiendo a  ver la escena, pero a los pocos segundos saqué mi vista para enfocarla en los ojos de Valentín.

—Mujeres, qué te digo.— hace un mohín con la boca.

—Me voy.— fue lo único que dije.

—Pará, turro.— me frenó con el pie.— ¿A dónde?

—A tirarme de un puente, ¿querés venir o me vas a dejar en paz un toque?— contraataque enfurecido.— Chau, nos vemos mañana.— me despedí sin previo aviso y me fui caminando con la bronca del momento. Me sentí traicionado por segunda vez en toda mi vida.

• • •

todas la tenían a paloma re santa este es el verdadero viniste confiado y se dio vuelta la tortilla like that

bueno eyy me gustaría saber sus opiniones a cerca del fic así que si no les saco tiempo agradecería que me cuenten cómo la ven y eso <3

insert unpopular opiniones bue

dared; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora