dared; trueno.

24

Mateo

Mi alegría sigue rota

Se apagaron las luces en el parque de pelotas

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Me quedé mirando un punto fijo mientras varias personas pasaban en frente mío, algunos médicos y otros que no tenía ni la más pálida idea de quiénes eran, lo que más me importaba ahora era que mi mamá deje de estar preocupada, llevábamos una hora y media en el mismo lugar, ambos sentados y esperando a que nos digan algo.

—Matu, ¿no querés ir a casa a descansar un poco y yo te llamo cuando me digan algo?— rompió el silencio mi vieja entre nosotros y yo negué, sin despegar la mirada de la pared a cuadros que estaba en frente mío.

—Tengo miedo, ma.— trague en seco, y de nuevo traté de retener las pocas lágrimas que tenía.— Me quedo acá por las dudas.

—No va a pasar nada.— tranquiliza acariciando mi hombro.— Ahora está viniendo Laura, quiero que vayas para casa.

—Hasta no verla, no me voy.— planteo mirándola, ella asintió y volví mi mirada hacia donde estaba anteriormente. Tenía la mente en blanco, por segunda vez no sabía qué pensar, pero, por suerte, la notificación que me llegó al celular me distrajo un poco.

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Pijutrolos criu😎

Valenchu
Trolos quiero salir de joda dale
No me aflojen ahora

Danonino
IBA A DECIR LO MISMO ESTAMOS
CONECTADOS

Valenchu
Obvio si somos novios o no❤️😘

Manuelita
Pero valen vos no estabas conmigo?

Danonino
No se vale jugar a dos puntas

Valenchu
Estoy para todos bebe

Danonino
Che mateo aparece trolo

Tú
No puedo ir
Otro día wacho

Valenchu
Nunca nada vos eeh

Manuelita
Pobre che

Danonino
Tú; No puedo ir
Ahora por que no podes vos

Valenchu
Ay el esta con pachu

Manuelita
No le digas pachu que se nos pone
celoso mateo

Tú
No es que no quiero, no puedo
putos

Danonino
Que paso aber

Valenchu
Seguro es una boludez
La última vez no quisiste porque
era MIÉRCOLES dios mio

Tú
No rompan las pelotas, después
hablamos

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Guardé mi celular cansado y apoyé mi cabeza sobre la pared por detrás mío, quería saber algo o hablar con mi abuela, para saber si estaba bien o mal o por lo menos si respira.

—Acá estoy.— habló Laura, hermana de mi mamá, mi tía. Nos saludó a ambos con un abrazo, pero yo seguía intacto, sin moverme.— Perdón por llegar tarde, es que no sabía con quien dejar a la nena. ¿Les dijeron algo?

—No, pero seguro que ya nos van a decir algo.— suspiró aliviada mi vieja, en cambio Laura se sentó al lado mío.

—Hey, estás como una estatua.— rió contagiandome.— Ya nos van a decir algo, no te preocupes.— susurró y asentí.