Matt: Supermercado

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Matt:

Llegamos a un supermercado, llevamos días sin salir de la casa así que estamos casi sin comida, el lugar está casi desierto y Tyler agarra un carrito de supermercado y recorremos los pasillos, agarro algunas cosas necesarias y el cual niño se impulsa y se sube recorriendo el pasillo sobre el carrito. ¡Que infantil!.

-¡Tyler, no hagas eso! - le regaño entre risas - si alguien te ve, te van a echar de aquí - le digo y frena, se acerca a mí con una sonrisa maliciosa, lo miro con recelo y se acerca a mí con cautela.

-¿Que quieres hacer? - él me sonríe con claras intenciones de acorralarme, se acerca a mí...y corro. corro por los pasillos del lugar evitando que me atrape y escucho sus risas al perseguirme, esquivo a varias personas y siento la adrenalina y diversión correr por mis venas, nunca me había sentido tan vivo, trato de esquivarlo...pero aún así me atrapa, entre las risas de ambos. Se aprovecha que es más alto y me carga sobre sus hombros, me quejo y me remuevo - ¿Que haces? - le pregunto y él me da una nalgada, siento mi cuerpo tensarse y mis alas revolotean por la vergüenza. ¡Estamos en un lugar público! Miro hacia todos lados y suspiro al notar que nadie nos vio. Estuvo cerca.

-¿Acaso estas loco? - protesto y me sienta dentro del carrito.

-Mejor que nos echen a los dos - dice sonriendo victorioso. Se coloca detrás mío y nos conduce hasta el final del pasillo. Lo veo sorprendido.

-¿Enserio piensa correr por el pasillo en un carrito de supermercado cuál niño? - me quejo.

-Si, y lo harás conmigo - dice con una gran sonrisa.

Antes de que pueda negarme, se impulsa y el carrito sale disparado por el pasillo, me agarro con fuerza de los bordes de metal y el grita.

-¡Estas loco! - grito eufórico por nuestra pequeña aventura, él sonríe de verdad es amante de la velocidad, cuando llegamos al final del pasillo, gira el carrito y vuelve a impulsarse, mi corazón late con velocidad, feliz...y libre. La adrenalina corre por mis venas, la expectación de ser descubiertos, la posibilidad de estrellarnos remueven mi cuerpo con nervios y felicidad. De la más pura y genuina...de una forma emocionante y excitante, que no pensé volver a sentir, a su lado...mi vida se siente como una pequeña carrera, contra todo pronóstico, donde se que saldremos victoriosos. Gira varias veces el carrito por los pasillos y ambos gritamos eufóricos, no nos importan las repercusiones...solo disfrutar de este momento. Se posiciona al final de un pasillo y una señora aparece en el extremo opuesto de la nada y el desvia el carrito con rapidez evitando atropellarla, gira tan rápido que nos catapulta contra una torre de papel higiénico. Lo impactamos con fuerza y amortigua nuestra caiga. Los papeles salen volando por el aire, derribando la torre, lo miro y ambos estamos impactados...segundos después...reventamos en risas. No está loco...estamos locos. Entre nuestras risas un señor con uniforme se cruza de brazos en frente de nosotros.

-¡Fuera ambos! - nos corre y le doy un codazo sin poder dejar de reír, lo sabía.

TylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora