Tyler

Tyler: ¿Se puede morir de felicidad?

Tyler:

No puedo creerlo. Después de tanto tiempo, cuando ya había perdido la esperanza. ¿Cómo no me di cuenta antes?.

-Eso explica...lo de nuestros poderes - me dice y parece estar procesando todo.

-Yo, yo no puedo creerlo - exclamo más que feliz, lo agarro entre mis brazos y le doy vueltas mientras él se queja.

-Ugh, no podía ser alguien más guapo - se queja pero su sonrisa lo delata.

-Lo digo enserio bebé, eres una cajita de sorpresas - le digo y él sonríe - y ahora eres todo mío - digo con una sonrisa coqueta, él se estremece y su mirada cambia - ¿que pasa? - le pregunto.

-N-nada, es solo que - se remueve nervioso y desvia su mirada - ese bastardo dijo que solo sería de él - dice y se estremece, yo lo abrazo con fuerza.

-Bebé - le digo agarrando su barbilla - esa basura no volverá a molestarte, fuiste valiente y te defendiste y juntos nos encargamos de él, no permitas que su recuerdo te atormente - le digo y lo estrecho entre mis brazos.

-Me estas aplastando - se queja y se ríe, lo apretó con más fuerza - amor, enserio me vas a ahogar - me dice y hace que me separe.

-¿A-amor? - balbuceo. El se empieza a reír.

-Esa misma cara tenía yo la primera vez que me dijiste bebé - me dice muriendo de la risa. Una enorme sonrisa aparece en mi rostro.

-¡Mi bebé me puso un apodo! - victoreo - ya puedo morir en paz - dramatizo y recibo un codazo.

-No te puedes morir ahora, prometiste recorrer el mundo a mi lado - susurra lo último.

-¿Ah sí?, ¿lo prometí? - digo y él desvia la mirada - si no lo hice...lo prometo, prometo recorrer el mundo contigo -le digo mirándolo a los ojos - total somos jóvenes apenas tenemos 100 años - digo despreocupado.

- y ahora eres todo mío, no más desconocidas cada noche en tu cama - me dice y frunce el ceño tratando de amenazarme, yo beso su nariz.

-Te ves adorable cuando tratas de verte intimidante - le digo y lo beso, lento con calma, el tira de mí profundizando el beso, que cambia de rumbo a uno ardiente y necesitado, cuando nos separamos estoy sin aliento.

-No tienes idea de las ganas que tengo de hacerte mío - susurro en su oído.

-¿Que estas esperando entonces? - me dice jadeante, yo sonrío y vuelvo a besarlo.