UNA NOCHE IDEAL 🌋

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-Es un odioso...- Hermione lo veía frente a ella mientras este daba un paso lento al ritmo de la música de violín y saxo.

El organizador de la fiesta pertenecía a la casa de Ravenclaw y se había inspirado en un término anual lento, elegante, social y romántico en comparación del año anterior donde llevaron unos rockers desaliñados que aparentaba uso de sustancias ilícitas muggle.

Bueno, esa era la humilde opinión del organizador.

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Entre las tonadas cruzadas del intenso violín y el instrumento de viento se podía percibir la vibración fuerte de los sentidos, la unificación incluso de todas las parejas.

Para Snape el baile era perfecto como si todo hubiera pasado en el momento perfecto, así se decía repetidas veces porque no quería quedarse con los recuerdos malos.

Tocar la piel de Hermione era como ese contacto que recorrió su nuca el día que la escuchó llorar por dolor, era penetrante, era desesperante. Su respiración calma, su aire suave e inocente lo cortaba hasta los huesos y su aroma ligero a manzanilla lo rodeaba como torbellino que se clava en el suelo y destruye todo al alrededor. Lo ponía débil y no sabía cómo sobreponerse en segundos para seguir en esa actitud autoritaria de siempre.

Se moría de amor.

-No me has respondido aún.- Reclamó en baja voz, su rostro era exigente.

-Y no te responderé hoy, Sr. Snape.- Propia como siempre, la joven no quería ser amedrentada por eso lo trataba con respeto.

Su tono calmo no le cayó bien al mago.

-¡Me revienta tu actitud, niña!- La sostenía de una mano y la cintura, habían decidido bailar una pieza, la cual era bastante larga. -Deberías largar a ese estúpido niño, acosa a las estudiantes.

-Es inofensivo, no lo mire y listo.- Respiro inquieta. -Además no le estoy haciendo nada y usted sí a mí.

-¿Y yo qué te hago?- Se hizo el que no sabía nada.

-Me detienes, no me dejas ir sola a ningún lado, ni al baño.

-Todos deben saber que aunque mi pareja es el Sr. Neville, vine por ti esta noche.

Hermione sonrió, no pudo evitarlo a pesar del momento incómodo, el hombre estaba pegado a ella, siempre la sostenía de la cintura al caminar y en el baile peor, se lucía por gallardo, tenía que verse bien frente a esa hermosa mujer.

Y en ese preciso instante que Snape notó el sonreír delicado de sus labios carmín, la apretó contra él y la abrazó sin dejar de bailar.

No eran los únicos ahí dando un espectáculo de baile, de hecho era el año en que más personas se habían invitado con razón a celebrar el término de un año en Hogwarts, muchos egresados y ex profesores o ayudantes de estos estaban ahí, el lugar estaba lleno, la pista hacinada con participación y la iluminación que concordaba con la orquesta los cubría en un manto íntimo coqueto.

Ella puso su rostro en su pecho y correspondió gustosa, lo abrazo como antes lo hacía.

-Te necesito tanto.- Le susurró en el oído con un tono rendido y grave. Snape no sólo deseó decirlo sino que su corazón lo empujó a la fuerza para levantarlo por la garganta y expulsarlo por sus labios delgados y pálidos.

-Y yo a ti...- Respondió la joven débilmente. -Te necesito también.- No quiso mencionar nada más, era el presente oportuno.

***

Por otro lado el joven Neville estaba alcoholizado, no se había medido mucho con el vino y casi se había acabado la bandeja de ostiones y chicharrón de calamar con salsa blanca tártara.

VENENO Y TÉ-MORE  (SEVMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora