VENENO Y TÉ-MORE (SEVMIONE)

VENGA CONMIGO - 1ERA PARTE

Habían pasado dos meses, a la joven casi se le había olvidado todos los incidente con el mago, no quería molestarlo, no le hablaba, ya no intervenía en clase pero ocurría algo, extrañaba un poco de atención y cuidado.

Una tarde cuando Hermione ayudaba a Luna en una clase particular para unos amigos de ella de cuarto año, se dio cuenta de si en verdad extrañaba tener la atención de Snape aunque sea para tener pruebas de amenazarla.

—Luna —susurró ella al llegar después de su clase de Runas avanzadas y quitarse la bolsa de cuadernos para ponerla sobre una silla detrás de los calderos hirviendo—, ¿Por qué huele así? —frunció un poco el ceño al opinar pues percibía un olor conocido y fuerte.

—Hola Hermione pude avanzar antes de que llegues y mi amigos han anotado la poción y no quisieron esperarte, pero ahora regresan para explicarles porque se han ensuciado las manos con tinta negra —su voz de siempre cantando se escapó del buen ánimo de la rubia—, ¿A qué te refieres con el olor?

—Pues no sé... Huele a... —Hermione intentó detectar bien el aroma—, huele como si Snape hubiera estado aquí.

Luna dejó de tocar sus utensilios y abrió sus ojos grande junto a su boca.

—El profesor no ha estado aquí, Herms... —dijo con sorpresa—, Pero... Las pociones delante de nosotras es amortentia.

—¿Qué? —tragó saliva—, esto debe ser un error, huele mucho al profesor ¿Segura que no te está vigilando por aquí cerca?

Luna negó tranquila tratando de olvidar que su ahora reciente amiga le decía que olía a Snape.

—Quizá las pociones están mal hechas —la rubia intentó calmar a su compañera con una mentira.

Granger se quedó aunque luego quiso irse por estar avergonzada.

***

Cuando estaba en el campamento (Porque ya no estaba ahí) antes que descubriera el seguir y observar sigiloso de Snape, todos los días mantenía ese temor e inseguridad de que cualquier cosa mala podía pasar pero al descubrir que alguien más estaba cerca y que ese alguien era el profesor Severus, un adulto responsable que antes había ayudado de muchas manera incógnitas no sólo a ella sino a Harry y Ron, al saber que él estaba cerca ese temor de una desgracia repentina se había esfumado.

Después de que él dijo "Fuera de mi vista" le tomó la palabra pero no sólo eso, ya no quiso continuar ahí en el campamento, a escondidas, su inseguridad le traicionaba.
Entonces se las arregló para ensayar dentro de la sala de menesteres en el horario menos transcurrido del castillo el cual era  al amanecer mucho antes del desayuno.

Snape sin embargo,
no había olvidado nada y fuera de lo que le caracteriza en sus modos y formas de ser, había empezado a seguirla, seguía a la pequeña Gryffindor cuando no estaba delante de su vista.

Cuando no la veía en el comedor se iba, cuando no la veía en el patio la buscaba y al verla se quedaba cerca aunque no lo suficiente para que lo notas pues debía también cumplir con el deber de docente y cuidado ante otros alumnos, sobre todo los de primer año que eran bien molestos.

Cuando Snape estaba por los pasillos regresaba al campamento pero este permanecía vacío e intentaba quedarse un pequeño instante más a ver si volvía ella pero no lo hacía y a pesar de perderla la encontraba en otro lugar como si estuvieran jugando a las escondidas, pero esto no era sólo cosa del mago, ella a escondidas hacía lo mismo. como fuera lo hallaba a lo lejos con su parada estoica y ahí se quedaba tranquila.

Cualquiera podría decir que esa obsesión repentina no le daba buen testimonio como profesor pues aquello claramente era acoso o algo similar, no obstante la realidad era que lo único que le preocupaba al mago era que no se mate, la razón por lo que la seguía era asegurarse que vuelva sana a su torre. Estaba claro que temía ante las cosas vistas en su mente al estar dormido. No tenía ni idea de cuándo pasaría pero sabía que si seguía metida e interesada en cosas de ese libro, el cuaderno que él mismo le obsequió, se podía lastimar (las pociones oscuras y avanzadas no eran fáciles para nadie).