Taehyung solo quiere que Jungkook lo note.
Y Jungkook? Él solo quiere divertirse.
-No entiendo porque te gusta, es como si tu fueras una barra de chocolate dulce y él un grano de café amargo.
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Había llegado a la casa de su pelirosa amigo. Tocó el timbre y espero que abrieran, lo primero que vio al abrirse la puerta fue a la señora Park o tía como él le decía a pedido de esta.
–Taehyung cariño que gusto verte ¿cómo estás precioso?— su tía sin duda era una hermosa mujer con un gran corazón no como el minion de su hijo.
Se acercó a ella y esta le dio un fuerte abrazo de oso dejándolo sin aire.
–Estoy muy bien tía, usted se ve tan joven como siempre–halagó.
–Oh cariño~ - le sonrió - lo sé gracias por recordarlo ¿Qué te trae por aquí lindo?
–Ah si ¿se encuentra Jimin?-preguntó.
Ella asintió.
–Claro pasa pasa no tienes ni que preguntar ya conoces lo antisocial que es ese niño, está en su cuarto sube en un rato les subo algo de comer–dijo y apretó su cachete.
Ya recordaba porque siempre se juntan en su casa, sus cachetes siempre terminaban doliendo cuando venía a casa de Jimin, vio como su tía se iba alejando camino a la cocina cuando entonces lo recordó.
–¡Tía! - llamó antes de que la perdiera de vista.
Ella se volteo y lo miró parando su caminar –dime cariño.
–¿Tendría unas tijeras que me preste?–preguntó.
–¿Tijeras? – dijo confundida arrugado su entrecejo cambiando su semblante al alegre nuevamente – claro mi vida están en el cajón del librero – dicho esto retomó su camino a la cocina.
Taehyung no perdiendo tiempo avanzó hasta el librero abriendo el cajón buscando las tijeras encontrandolas en una de las esquinas, una vez estas en sus manos subió rápidamente las escaleras en dirección a la habitación de su querido amigo entrando de golpe y sobresaltando a un Jimin que se encontraba en su escritorio jugando en su computadora, Jimin volteo a verlo a él y luego posó su vista en las tijeras en sus manos para volver a mirarlo a él asustado.
Jimin sudo frío.
–T-tae — tragó saliva fuertemente.
Taehyung sonrió en grande que para perspectiva de Jimin esa era una gran sonrisa sádica y espeluznante. Era su fin.
–Vengo a dejarte calvo maldito pitufo- dijo mientras levantaba la tijera en su manos y se acercaba lentamente a su objetivo.
Jimin lo miró asustado abriendo los ojos al escuchar esa frase salir de la boca de su amigo levantándose rápidamente de su sitio y retroceder colocando la silla frente a él como escudo.
–Tae p-pensemos mejor las c-cosas- pidió.
–Quedarás muy bonito con lo que te voy a hacer Jiminie.
Taehyung se acercó más sonriendo retorcidamente a él quien al ver que su amigo se estaba acercando demasiado decidió hacer algo y en un movimiento empujó su silla dándole con esta al castaño y aprovechando el momento para escapar subió a su cama que estaba al lado de su escritorio esquivando a su amigo y salió por la puerta corriendo más rápido que flash.
Al ver que su amigo se recuperaba del golpe e iba tras él mientras lo perseguía agarrando su estómago que fue donde le dio el golpe optó por hacer lo que todo hombre pecho de acero haría en estos casos.
-¡¡MAMAAAAÁ!!
Gritó y salió corriendo escaleras abajo con Taehyung aún detrás de él persiguiendolo.
Llegó a la cocina y se escondió detrás de la mujer que le dio la vida.
–Jimin ¿qué te pasa? - preguntó esta ya iba a regañar a su hijo por aparecer de la nada.
– ¡Taehyung quiere dejarme calvo!-acusó.
El aludido entró a la cocina, la señora Park los miró a ambos y negó, cuando no esos niños haciendo escándalo.
- Que le habrás hecho pues - dijo y siguió con lo suyo Jimin estaba indignado con el cero apoyo de parte de su madre –Taehyung baja esas tijeras no me dejes calvo al niño si no consigue novio estando así menos conseguirá estando calvo suficiente ya tiene ¿no crees?
Jimin no sabía si alegrarse por lo que dijo su madre o llorar. Miró a su amigo rogándole mentalmente por la paz.
Taehyung supiró y decidió hacerle caso a su tía dejando las tijeras en el estante de la cocina haciendo que el pelirosa suelte el aire que estaba reteniendo.
-Bien ahora dense un abrazo de la paz - ordenó la señora Park.
Acaso estamos en misa - pensó Jimin aún con miedo de acercarse a su amigo.
–Apúrense no tengo todo el día.
Los dos chicos resignados a lo que se les ordenaba se acercaron dándose un abrazo.
-Bien ahora vayan arriba que las galletas no tardan.
Ambos chicos obedecieron la orden y volvieron a la habitación de Jimin más relajados aunque este aún no se confiaba del todo.
-Ahora que estamos en paz tienes que decirme que paso con Jeon y como es que salieron de ahí - aunque no se confiaba del todo aún tenía curiosidad de que había pasado.
Una vez entraron a su habitación se sentó en su cama.
–Que sepas que te salvas de esta pero para la próxima no vivirás para contarlo - amenazó Tae sentandose a su lado - ese mensaje va de parte de Jungkook también.
-Oh~ ¿cómo es que ahora se ponen de acuerdo en acabar con mi existencia?
El pelirosa lo miró curioso esperando que le cuente que pasó, Taehyung le contó todo lo acontecido en su encerrada en el cuarto depósito del audiorio sin omitir detalle alguno, le dijo la forma en que Jungkook se acercó a él haciéndolo pensar que lo besaria hasta cuando despertó y el azabache de quedó dormido apoyando su cabeza en la suya. Un emocionado Jimin asentía a todo lo que su amigo le contaba.
-Vaya vaya entonces vas progresando me alegro por ti.
-¿Tu crees?- Jimin asintió, bueno es cierto que antes con la justa Jungkook lo saludaba así también había sido el año pasado, Jimin tenía razón algo había avanzado sonrio feliz por el comentario - como siempre digo el que perservera alcanza algún día lo lograré así es - aseguró.
Se pasaron el resto del día juntos haciendo que al final Taehyung se quede a dormir en casa de su pelirosa amigo.
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