Capítulo XII

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* Una disculpa nace *

Emilio, yo no te eduqué así.

Niurka regañaba a su hijo, pues al llegar los padres vieron los vídeos del estacionamiento donde claramente se ve a los jóvenes tratando de tener relaciones sexuales en el automóvil. Aunque tengan casi la mayoría de edad, aún son menores por lo que sus padres deben seguir al pendiente de ellos hasta tener la edad adecuada, bueno por el lado de Seidy pues Emilio ya tenía dieciocho pero al ser menor su novia la madre del rizado debe estar presente.

Seidy, discúlpate con tu director, ¿Cómo es posible que te rebajes a eso?

— Señor director, me da vergüenza que haya visto eso... Y más aparte en mi primer día, le pido disculpas con mucha pena y sinceridad.

— Yo también pido disculpas, no volveré a hacer tales actos en la institución escolar, lo lamento mucho. —Emilio también se disculpó.

Aunque el director aún seguía molesto con los chicos, lo dejó pasar pues es su primer día. Hablando con los tutores y los jóvenes se llegó a un acuerdo de que ambos harían el aseo del salón de pintura durante dos semanas, fuera de eso ya todo estaba bien.

Todos los presentes salieron de la oficina para dirigirse a sus vehículos; cada uno centrado en sus pensamientos. Al llegar ven que ya está todo vacío y que el automóvil de Emilio ya está acomodado en el suelo de concreto de la escuela.

Sr. Bercht le pido a usted una disculpa, no quiero que tenga una mala impresión de mí, lamento que haya tenido que ver esos vídeos. — El pelinegro necesitaba que su suegro lo perdonará o algo.

— No sólo fue tu culpa, Emilio. — tomó a Seidy de la muñeca — Ella también tiene la culpa, pero aún así no estoy feliz de lo que hicieron, sólo te pido que no la muerdas aún.

— Claro que no, yo no quiero morderla por ahora, tal vez en unos años más.

Niurka se sentía orgullosa de su pequeño, pues estaba siendo muy inteligente en sus movimientos. Al terminar de hablar de fueron cada uno por su lado. Emilio llegó a su casa y se fue a su habitación para empezar hacer una lista de todas las cosas para comprar.

[...]

Quien diría que su primer día y su regreso, terminaría con un brazo lesionado. Joaquín al dar impacto en el pecho de Carlo se lastimó su brazo, el golpe fue fuerte y cayó de forma incorrecta.

Carlo jaló hacia un lado bueno, el cayó contra el concreto por lo que su espalda le dolía al igual que sus brazos por tratar de evitar una fractura en su Omega.

— Me alegro que estén bien, dentro de lo que cabe. — Elizabeth tomó la mano su hijo — Grazie per l'aiuto (Gracias por ayudar) Carlo.

La mujer sonriendo tomó a los chicos y los abrazó, ella recibió una llamada de Joaquín contando lo sucedido y que necesitaban ayuda pues Carlo no se podía mover bien; lo cual la preocupó mucho, también necesitaba transporte ya que la motocicleta había impacto contra las jardineras.

Gracias, te quiero mucho.

Joaquín tomó la mano de su Alfa, le daba caricias con su pulgar mientras su madre los abrazaba. El accidente lo había espantado demasiado, se preocupó más por la salud del chico que de la suya. Sus acciones lo sorprendieron pues actuaba como una novia desesperaba por su novio.

Aunque disfrutaban el afecto, sólo Elizabeth pudo notar que Joaco andaba en su mundo, lo conocía muy bien y sabía que su retoño pensaba sobre el accidente, sobre sus sentimientos y que ahora sonreía como un chico enamorado. Ella besó su cabeza.

— Todo saldrá bien, sabes quien será el indicado para ti, aunque yo quiera algo diferente, es tu decisión, amor. — susurró en el oído del castaño procurando que el Alfa no escuche.

— El seguro ya se llevó la motocicleta, en unas horas le llegará a Osorio la nota de pago, vamos al McDonald's a comer para que se les baje el susto. — Uberto llegó con su esposa.

— ¿No era un bolillo para el susto? O me equivoqué. — el pelirojo estaba confuso.

— Comida es comida, vamos Carlo, después de comer iremos al doctor para que nos den la radiografía y veamos que estás bien, hijo.

Subieron a la camioneta de la familia, antes de pasar al establecimiento público irían a por Renata que acababa de salir del bachillerato. Puede que Joaquín empezará a sentir algo más por Carlo y que él no lo viera.

Reían, se abrazaban, se empujaban los hermanos y el posiblemente cuñado. Mientras la familia estaba feliz, Carlo tenía el celular de su Omega, veían una serie. El momento era lindo, la pareja estaba abrazada y la Omega estaba en las piernas de su hermano, todo tranquilo hasta que llegó una notificación.

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Lamento que casi te arrollo, fue una irresponsabilidad mía. Se que me pediste que sólo te hablara para cosas escolares pero esto es importante, pues no me atrevería hablarte y que tú novio me mate.

Una disculpa, Joaco. 😔✨

— Le dije que sólo cosas académicas como el proyecto que nos dieron hoy, pero me habla para otra cosa, Ahg pocos huevos.

— ¡Joaquín! Ese vocabulario, hijo.

Sin decir nada a los presentes le contestó a Emilio, lo agregó a sus contactos y silencio las notificaciones para que el camino al lugar de comida rápida fuera más amena. Se separó del abrazo y su hermana se levantó, agarró el celular.

Mailo el perro.

Vale, estás perdonado pero no me digas eso a mí, pues Carlo salió herido por tu culpa, te pediría que lo hables con él si tienes huevos. 🙂

Bueno eso es todo, no me hables si no es algo académico o te bloqueo.

Sonrió, dejó el celular en su lugar para que su hermana y su Alfa vieran juntos la serie. Se acomodó en el pecho de Carlo, su hermana volvió a la posición de antes. Elizabeth y Uberto miraron por el retrovisor a su hijo, el cual sonreía todo momento. Se miraron y entrelazaron sus manos.

~•~•~•~

Perdón. :(

Tenía muchas tareas. El sábado publican más trabajos por lo que posiblemente no publique.

Trataré de estar más activa. ✨ Errores ortográficos, mala narración y/o datos que no concuerden favor de decirme. 💖

Un Beso De Amor [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora