Capítulo 16

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—¿Qué quieres que haga?—. Se escuchó a si mismo preguntar, aunque con un poco de indecisión.

Sus fosas nasales aletearon mientras se dejaba caer sobre el canapé y tiraba del rubio hacia su regazo.

—¿Todas aquellas fotografías repugnantes que no te tomaste con el chino? —. Gruñó—. Quiero que te las tomes conmigo—. Su ceja se elevó con desafío—. Y quiero que mires en dirección a la cámara y sonrías mostrando esas lineas bonitas mientras lo haces —. Murmuró él.

Jimin se estremeció. Él había encontrado su talón de Aquiles, pensó nerviosamente.

—Pero yo...

Jungkook gruñó. Nunca mostraría las fotografías a nadie, sólo las guardaría para sí mismo, pero quiso que Jimin lo entendiera por sí mismo.

—Sonríe —. Dijo densamente, cuando lo giró en su regazo de tal manera que su espalda quedara apoyada sobre su pecho.

Él abrió sus rodillas para extender los muslos del rubio, sus manos inmediatamente centrándose en su culo. Él usó ambos juegos de sus callosos dedos para separar los cachetes, exponiendo su fruncida entrada  totalmente a la cámara.

—Sonríe —. Murmuró, su erección empujando contra sus nalgas.

Jimin dejó escapar un suspiro tembloroso. Se sentía tan malditamente excitado por ambas cosas: tanto por sus dedos tocándole allí abajo, como por haber recibido la orden de Jungkook de hacer algo malo. Pero también tuvo mucho miedo de darle tanto poder sobre él. Si hacía esto, él tendría la evidencia fotográfica de su viaje al Hotel Royal...

De forma insegura, nerviosamente, miró directamente a la cámara y sonrió, lineas surgiendo en sus ojos.

El fotógrafo disparó lo que pareció un millón de fotografías de Jungkook sosteniendo abierto las mejillas de sus nalgas, mientras estaba sentado allí sobre su regazo y sonreía, sus muslos se abrieron ampliamente.

—Juega con tus tetillas, nene —dijo él densamente, una de sus manos continuaba separando sus nalgas mientras su otra mano comenzaba a masajear su polla—. Y sigue sonriendo mientras hago que te corras.

Esto pareció a una tarea imposible. Sobre todo cuando su masaje íntimo se hizo firme, la presión que él ejerció sobre su pene era insoportablemente excitante. Comenzó a retorcerse, su cabeza cayendo hacia atrás con un gemido.

—Mira hacia la cámara.

Park miró hacia la cámara y sonrió. Su respiración haciéndose difícil mientras sus manos encontraba sus tetillas. Se estremeció y gimió cuando sus dedos pulgares e índices comenzaron a masajear sus propios botones, estirándolos y tirándolos, pellizcando y haciéndolos girar.

—Sigue sonriendo —. Lo instruyó, su voz arrogantemente excitada—. Muestra a cada uno de ellos cuanto deseas complacerme a mí y solo a mí, amor.

Ya varios hombres se habían juntado alrededor para mirar, ellos eran obviamente ese "cada uno de ellos" de los que Jungkook se refería.

Esta actividad exhibicionista había logrado encenderlo cada vez más, pero sonreírle a los hombres y mirarlos audazmente a los ojos, mientras Jungkook le daba placer, lo hizo sentir como un puto complaciente. Exactamente la clase de gesto sucio, sumiso con el que a menudo había fantaseado. Exactamente la clase de gesto sucio, sumiso que lo llevaba al orgasmo cuando se masturbaba.
Y así, allí, sobre el regazo de Jeon, una de sus fantasías más profundas, más oscuras fue despertada a la vida.

El rubio miraba descaradamente a los hombres a los ojos, mientras Jungkook lo masturbaba, sonriéndoles abiertamente mientras tiraba de sus tetillas y los masajeaba, guiñándoles un ojo mientras lo alentaban a correrse delante de ellos.

Possession- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora