Capítulo 5

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La cabeza de Jimin se irguió de golpe con el ceño fruncido ante lo que había escuchado.

—¿Qué?.

—No importa—. Dijo Kim con un suspiro que sonó casi trágico y que dejó al pelirrubio sintiéndose decididamente confundido.

Namjoon bajo el vaso de bourbon y camino lentamente hacia el más bajo

—No quiero que hagas esto si no es algo que quieras hacer. Si lo que necesitas es dinero, hay muchas otras formas...

—No es dinero—. Espetó Jimin rápidamente. Respiró hondo—. Escuche señor Ki...

—Namjoon—. Corrigió él con una sonrisa.

Jimin asintió.

—Que apropiado—. Sonrió abiertamente cuando el hombre alto se rió de manera ahogada, desvaneciendo así su nerviosismo con cada momento que pasaba con su presencia.— No es el dinero—. Admitió otra vez poniéndose serio—. Es simplemente algo que necesito hacer. Para mí—. Suspiro mientras apartaba la mirada, sacándose sus prácticos zapatos al mismo tiempo—. Tengo diez gatos—. Dijo sombríamente—. Y soy miembro de MENSA. (Organización internacional sin fines de lucro cuyo objetivo es identificar personas de todo el mundo con elevado cociente intelectual y ponerlas en contacto a través de publicaciones, encuentro y correspondencia).

Namjoon disimuló una sonrisa.—Ya veo—. Se quedó quieto mientras lo miraba desvestirse lentamente, no diciendo nada hasta que el rubio se paró ante él vistiendo solamente una musculosa delgada traslúcida y sus calzoncillos.

Jimin se mordió el labio mientras elevava la vista hacia él, los hombros rectos y tiesos.

El moreno se rió entre dientes.— Trata de no mirar cómo si estuvieras entrenando a tu verdugo y quizá disfrutes un poco más de estos cinco días.

Park le sonrió, y luego se echó a reír.

—Eres muy bueno hablando con un chico sin ropas ¿Sabes?—. Meneo la cabeza—. Si fueras cualquier otro me habría fugado con el rabo entre las piernas en el mismo momento en que aterrizó el avión.

—Todos tenemos nuestros talentos—. Bromeó él.

Jimin irguió la cabeza mientras estudiaba su cara.

Era un hombre muy guapo, tuvo que admitir. Alto, musculoso, pelo castaño y muy bronceado. Y su personalidad alegre no tenia nada absolutamente nada que ver con la de ese condenado oso de Jeon Jungkook.

«¿Por qué estás pensando en Jeon Jungkook Idiota?». Se reprendió a si mismo. «Seguramente está instalado muy cómodamente en Seúl y tú estás en la Isla Royal, de pie en la oficina del dueño del hotel Royal, muy cerca de hacer mañana tus fantasías mas profundas». Se ordenó contener sis meditaciones para no ponerse nervioso nuevamente.

Quizá fuera más fácil para su estado mental el concentrase en el gran gorila debido a que era una conocida, si bien irritante, entidad. Pero esta situación, y este hombre, eran algo definitivamente novedoso.

Jimin sonrió cuando él se puso detrás suyo y empezó a quitar su camisa.

— Supongo que lo mejor es que me desembarace de mi vergüenza. Y rápidamente.

— Y quema esta ropa de solterón mientras tanto—. Dijo él con voz patosa.

Los ojos de Jimin volaron hacia la ingle de él, e inmediatamente notó que su protuberancia había crecido. Solo que esta vez, en lugar de reaccionar tímidamente ante su erección, él se encontró sintiendose más poderoso. Después de todo, Kim tenía acceso a cualquier mujer u hombre bello de su elección. Pero ese pene se estaba encendiendo con alguien tan común como él.

Possession- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora