Possession- Kookmin

Capítulo 18

-Comenzamos la puja por Jimin en tres mil dólares. ¿Quién ofrecerá tres mil dólares para tener el uso exclusivo de su culo suculento durante tres noches?

-Yo lo haré...

Jimin jadeó ante el sonido de la voz hosca y gruñona de Jungkook. Su corazón se aceleró cuando lo miró entrar en la sala de subastas, vistiendo un caro y formal traje italiano y con mucha personalidad. Pero él siempre llevaba puestas esas cosas.

No sabía qué pensar o cómo sentirse. Una parte de él se regocijaba que él hubiera aparecido, pero otra parte estaba avergonzada por verlo otra vez después del modo en que había enloquecido y huido la noche anterior. Sobre todo, considerando el hecho de que él no había venido después por él.

Los ojos de Jackson se estrecharon en dirección a Jungkook.

-Cuatro mil.

-Cinco mil -respondió Jungkook, sin perder un momento.

Los ojos de Jimin se ensancharon. «¿Por qué hacía esto Jungkook?». Se preguntó, con el corazón agitándose más de lo que querría confesar. Él no lo había seguido a la choza comunal anoche cuando se había escapado, así que, naturalmente, cuando había tenido el tiempo para calmarse y meditar, había asumido que ya no estaba interesado en él.

Jimin soltó el aliento. Quizá su peor miedo era verdadero. Quizá su interés por él no se extendía más allá de lo sexual. Él estaba aquí esta noche para pujar por él con propósitos sexuales, pero la noche pasada, cuando había necesitado consuelo, él no le había dado ninguno, ni siquiera la había buscado para asegurarse de que estaba bien.

«O quizá Jungkook había querido darte algún tiempo para estar solo, creyendo que querrías recuperarte a tu manera», lo fastidió una voz interior.

Chae Rin le frunció el ceño a Jungkook.

-Seis -. Dijo Jackson

-Siete.

Park tragó aire. Él miró fijamente con la boca abierta a los hombres, su mirada fija iba de acá para allá, del uno al otro, incapaz de entender por qué gastarían tanto dinero en un hombre, y en él en particular. Sin embargo, pensó mientras los latidos de su corazón se aceleraban, toda esta situación dejaba maravillosamente clara una cosa.

Jungkook lo quería.

Incluso si solo era por tres noches. Incluso si era solo por sexo. Y Jimin quería realmente tener sexo con él, montones y montones de sexo sumiso.

Era hora de dejar esas cosas para mañana, decidió. Por esta noche se deleitaría en el conocimiento que Jungkook quería gastar siete mil o más dólares para tener sexo con él durante tres días. Cuando su tiempo en la isla hubiera terminado, se preocuparía de su corazón.

- ¿Oigo ocho mil dólares? -. Preguntó el subastador, mirando intencionadamente a Jackson Wang.

Las fosas nasales del chino llamearon cuando él echó un vistazo a Jungkook.

-Ocho -escupió él.

-Nueve -respondió Jungkook, frío como el hielo silencio.

- ¿Sr. Wang? -. Preguntó el subastador. Jackson se quedó quieto durante un momento.

Jimin estaba seguro de que el cuarto entero podría oír el redoble loco de su corazón mientras todos esperaban su respuesta. De hecho, su corazón golpeaba tan violentamente que apenas oyó cuándo el subastador lanzó un grito:

- ¡Vendido al Sr. Jeon por nueve mil dólares!

Park se quedó de pie mudamente, sus piernas se sentían débiles y su corazón acelerado. La escena entera se sentía tan surrealista que no podía moverse.