Capítulo 19

17.3K 1.3K 323
                                    

(3.712 words 😏)


— Lindura, has sido mi sueño y mi fantasía durante los dos pasados malditos años.— Su corazón se aceleró. ¿Él había dicho que Jeon no era un poeta? —... También has sido mi pesadilla, pero eso está fuera de discusión—. Sus labios se apretaron. No, definitivamente no era un poeta.

Jimin acuchilló una mano por el aire.

—Solo gasté nueve mil dólares para conseguir tres días de sexo y tu sumisión total. Sería un estúpido si no consigo al profesor durante estos tres días. — Él aprisionó un pezón entre sus dedos como si no pudiera evitarlo, luego frunció el ceño mientras se alejaba—. Estaré de vuelta en una hora con alimentos. Estate vestido cuando vuelva para que pueda desnudarte.

Jimin respiró hondo cuando lo observó caminar hacia la puerta, no sabiendo como sentirse. Jeon alzó una ceja mientras lo miraba sobre su hombro, con la boca como siempre sin una sonrisa.

—Eres mi posesión—. Murmuró él—. Durante los tres próximos días te poseo.

Jungkook esperó a que él asintiera con la cabeza. Se marchó tan pronto como él lo hizo.




Su plan había sido agasajarlo. Una comida sin prisas con el hombre con el que nunca había pensado tener una verdadera cita y solo contemplarlo durante un rato, sabiendo que él estaba allí y no se marcharía, y sabiendo que podía hacer lo que siempre quiso hacerle cuando quisiera. Después de esto él había planeado seducirlo, pasar unos minutos estableciendo las normas básicas para los tres días siguientes, así sabría exactamente cuan pervertido era y podría decirle francamente si podía manejarlo. Sus buenas intenciones se fueron volando por la ventana proverbialmente al segundo aquel en que cruzo por las puertas y lo vió.

Él estaba sentado en la cama con las manos en su regazo, su pelo retirado en un apretado moño, con unas gafas puestas en la punta de la nariz más feas que Picio, y llevaba puestos los pantalones azules más apagados y pasados de moda, y la más remilgada camisa de algodón que él alguna vez había tenido el disgusto de ver. Maldición, lo quería tanto que casi se corrió en su pantalón.

Los ojos de Jungkook pasaron al lado opuesto del cuarto donde las esposas negras pendían del techo. Su mirada fija se estrechó por la excitación cuando caminó despacio hacia el rubio.

—Levántate —. Dijo densamente—. Ahora.

Jimin se mordió el labio. Fue precisamente entonces cuando se dio cuenta cuán diferente le hacía sentir la ropa de profesor también. Jimin no veía ahora esto como un juego más que él.

De repente era real para él que el doctora Park Jimin estaba a punto de ser jodido largo y duro por Jeon Jungkook, un hombre que con toda intención y objetivos había sido su némesis durante dos largos años.

—Solamente cuando tengamos sexo, Jimin—. Retumbó él—. Quiero y espero tu sumisión, cuando tengamos sexo—. Jimin vaciló por un momento, pero al final se levantó. —Buen chico —murmuró él cuando alcanzó sus gafas y distraídamente las lanzó a una silla cercana.

Él tomó su mano y lo condujo al lado opuesto de la cabaña. Cuando estuvieron allí, lo giró para afrontarlo. Jimin parecía asustado, verdaderamente asustado. Sin duda la realidad de la situación por fin la había hecho caer en la cuenta.

¿Lamentaba Park el hecho de que el hombre que había pasado dos años de su vida cerca de él lo hubiera comprado y ahora lo sostuviera con las manos en alto?, se preguntó Jeon.

Se sintió enfermo cuando se le ocurrió que Jimin podría desear estar con el chino ahora mismo, o con cualquier otro hombre, pero no con él.

Sus mandíbulas se apretaron. Él había gastado nueve mil dólares para tener estos tres días con Jimin, y que le condenaran si no iba a mantenerlo con él hasta el último segundo posible. Tal vez no fuera lo bastante bueno para la doctor en la vida real, fuera de la isla, pero su brujo estaba aquí con él y eso era todo en lo que podía pensar por el momento. Cuando los tres días se acabaran se preocuparía del resto.

Possession- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora