Capitulo 22

11.5K 1.3K 213
                                    

Penúltimo capítulo...






—Buenos días, doctor Jimin.

—Buenos días, doctor Jung Soo.

Jimin frunció el ceño cuando entró en el salón de la facultad, su mal humor era evidente. Iba vestido con un pantalón de sastre azul marino bastante holgado, una camisa blanca de algodón que estaba completamente abrochada y su masa de rizos dorados estaba en un moño apretado en la nuca. Completando su conjunto habitual había un par de gafas negras colocadas en la punta de su nariz.

Jimin inclinó la cabeza hacia el doctor Jung Soo mientras avanzaba hacia él, sintiéndose tan melancólico como era posible.

— ¿Qué tal está hoy? —preguntó en tono casual

—. Lo lamento, llego tarde.— «¡Estaba ocupado obsesionándome con el Grinch!»— ¿Ha pasado algo por aquí que debiera saber?

El doctor Jung Soo asintió con la cabeza, su tono pomposo tan molesto como siempre.

—Bastante, de hecho...

Él escuchó la prolija respuesta de su colega con medio cerebro mientras se servía una taza de lo que la mayor parte de las personas llamarían alubias y agua, pero que la universidad clasificaba, o trataba de hacer pasar por lo menos, como café.

Jimin ignoró al doctor Jung Soo mientras bebía a sorbos de la humeante taza de una poción barata casi colombiana, y reflexionaba sobre la conversación que había tenido anoche con su mejor amigo. Tal vez tenía razón. Tal vez debería decir a Jungkook lo que sentía.

—Oh —continuó el doctor Jung Soo, sacándola de su ensueño—. Casi olvido mencionar que el Sr. Jeon está en su oficina. —Él sacudió la cabeza, perturbado—. Está esperando para hablar con usted —. Dijo desdeñosamente mientras se ajustaba la corbata.

El pulso de Jimin comenzó a acelerarse.

— ¿El Sr. Jeon? ¿Se refiere a Jeon Jungkook? —. Tragó bruscamente mientras miraba a su colega con los ojos dilatados. ¿Podría ser cierto?— ¿Está seguro?

—Eso me temo.

— ¿Dijo lo que quería?

— ¿Por qué no se lo pregunta usted mismo? —gruñó una voz oscura detrás de él.

Jimin se giró rápidamente, derramando casi el café debido a la sorpresa mientras lo hacía. El doctor Jung Soo se aclaró la garganta incómodamente mientras se reajustaba nerviosamente la corbata.

—Jungkook—. Exhaló. Sacudió la cabeza ligeramente, recordando que el doctor Jung Soo estaba en la habitación—. ¿Quería verme, Sr. Jeon?

—Demonios, sí, quiero verlo —gruñó él. Apuntó un dedo en dirección a la puerta de la oficina de Park—. Vamos a hablar, jovencito.

Jimin frunció el ceño con severidad, pero sonrió en su interior. ¡Jungkook estaba aquí! ¡Él había vuelto! Aunque solo fuera para gruñirle...

Tan pronto como alcanzaron su modesta oficina y la puerta se cerró firmemente detrás de ellos, Park se dió la vuelta para mirarlo, sonriendo mientras bebía su imagen. Sabía que probablemente debería manejarlo con frialdad, pero ¡Dios mío!, se veía maravilloso para sus sentidos hambrientos de Jungkook.

— ¿Cómo estás? —preguntó Jimin, queriendo saber todo—. Es fenomenal verte.

Su mandíbula se apretó mientras su oscura mirada rastreaba su cara meditabundamente.

— ¿Lo es, Jimin? —gruñó él.

Él parpadeó.

—Pues, por supuesto. — Jimin sacudió su cabeza—. Te he echado de menos, Jungkook —confesó, decidiendo ser honesta sobre eso al menos. Había tenido tanta hambre de su presencia que de repente ya no se preocupó de si parecía tonto—. Te he echado mucho de menos.

Los ojos de Jungkook se estrecharon con recelo.

—Sabes lo que tramo y tratas de despistarme, ¿verdad? —. Sus fosas nasales se ensancharon mientras él lo miraba como si no tuviera ni idea de lo que Jeon hablaba—. Bien, no funcionará —gruñó él.

Jungkook gruñó, ¡Música para sus oídos!

Entonces sacó de repente un sobre grande que Jimin no había notado que llevaba bajo su brazo. Abrió enérgicamente el sobre, sacando fotografías de Jimin.

Fotografías, notó él mientras Jeon las colocaba en el escritorio, que eran de Jimin en el Hotel Royal, desnudo y sonriente en el regazo de Jungkook mientras él sostenía su polla y las mejillas de su culo separadas con sus dedos callosos.

El corazón de Jimin se hundió mientras simultáneamente su pulso se apresuraba. Sintió como si fuera a enfermarse.

— ¿Estás aquí para chantajearme? —susurró. Su estómago y su corazón se apretaron dolorosamente—. ¿Por eso estás aquí?

Jeon asintió, su mandíbula apretada.

—Así es, profesor. Puedes aceptar mis condiciones y tener una carrera larga y próspera, o puedes rechazar mis condiciones y aceptar las consecuencias.

Jimin miró a la distancia, queriendo tanto estar solo que podía llorar. De hecho, quería estar solo para poder llorar.

—Ya veo —dijo calmadamente con voz monótona—. ¿Y cuáles son tus condiciones?

Como si le importara. Ya no le importaba nada.

—Cásate conmigo —susurró él.






















Las dejo hasta otro día ❤️

Tengo una duda.....¿Quieren M-preg o que adopten?

Possession- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora