Hola a tod@s!
Ya se que me vais a matar por no haber seguido subiendo y la verdad es que lo siento mucho.
Siento haber estado ausente por tanto tiempo pero por una u otra razón no he podido dedicarle tiempo a escribir. Ahora aprovechando esta cuarentena voy a intentar seguirlo para poder acabar esta historia por todos vosotr@s y daos un final porque lo merecéis, porque a pesar de mi ausencia habéis estado ahí, a la espera, siempre. Muchas gracias a casa un@ de vosotres.
-No entiendo como no encuentra nada-. Dice algo enfado el gobernador.
-Lo siento Señor pero si no hay nada de malo en su trabajo no me voy a inventar algo que no hay, el sargento McGarret hace su trabajo como es debido, no están en nada turbio-. Habla.
-Tiene que estar equivocada, igual se le está escapando algo-.
-Señor, no ponga en duda mi capacidad como agente porque yo estoy haciendo mi trabajo como es debido-. Dice indignada. -McGarret hace su trabajo y es un buen agente, no está metido en nada turbio ni tampoco el resto del equipo. Si usted desconfía de ellos lo que puede hacer es disolver la unidad especial y se acabó pero no busque falsas quimeras-. Se levanta de la silla. -Ahora entiendo por que a todos ellos no le cae nada bien, es insoportable-. El gobernador la mira con mala cara.
-Pero que.-.
-Sabe lo que le digo ¡Renuncio!-. Se da media vuelta y se va dando un portazo.
.........
Tras salir del despacho del gobernador aprovechó que los chicos estaban en una misión para ir a recoger todas sus cosas del escritorio. Ahora se había quedado sin trabajo y no podía decírselo a Hoch porque se enteraría de que la discreción se había ido al carajo. Estaba pensando en que lugares podría buscar trabajo hasta que llegó al puesto de Kamekona y se le alumbró la bombilla
-Pero a quien tenemos por aquí si es mi haole favorita-.
-Aloha Kamekona-. Le dedica una sonrisa.
-¿Te pongo lo de siempre?-.
-La verdad es que no venía a comer-. Kamekona la mira esperando a que hablé. -Kamekona tu no necesitas a alguna empleada por aquí o en alguno de tus negocios-.
-¿Me estás pidiendo trabajo?-. Alexandra asiente. -Reina ¿no es que ya trabajabas para McGarret?-.
-Si bueno tu lo has dicho trabajaba. Me despedí por temas de discrepancia-.
-Pues estas de suerte y todo reina, iba a poner un anuncio de se busca camarera pero parece que ya no hará falta-. Levanta el cartel de se busca para enseñárselo y le regala una amplia sonrisa.
Williams estaba apuntando al sospechoso, esté estaba en el borde de una azotea apuntando a la sien de una niña que tenía como rehén, amenazaba con que la mataría si no le daban lo que estaba pidiendo.
-Suelta a la niña, ella no tiene nada que ver en esto-. Le dice Danny para distraerlo.
-¡NO! Piensas que soy tan tonto de hacer eso, en el momento que suelte a esta mocosa me dispararas-.
-Tío ya estás acabado, te hemos cogido, no tiene caso que tengas a la niña, suéltala-.
-No pienso de-. Stave le da un golpe por la espalda haciendo que suelte a la niña, la pequeña empieza a correr en dirección de Danny y se esconde detrás de él. McGarret inmoviliza al sospechoso con unas bridas.
-¿Te encuentras bien preciosa?-. La pequeña asiente a modo de respuesta y le pide irse con su madre.
-Levantate escoria-. Lo empuja hacía él para que se levante. -Danno llevate a la niña con su familia, yo me encargo de leerle sus derechos-.

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Un giro inesperado
RomancePenélope está enamorada de su mejor amigo pero este no se da cuenta. Una serie de distintos acontecimientos hace que su vida de un giro de 180º. Vida nueva, nuevos amigos incluso una nueva familia.... ¿podrá llegar a ser feliz algún día?