CAPITULO 3

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Penélope llevaba unos diez minutos esperándolos cerca de la puerta con una bandeja de cafés en la mano cuando los vio entrar. Todos tenían aspecto de estar cansados y aún tenían que acabar con el papeleo antes de irse a casa.

-Bienvenidos-. Les sonríe. –Ya que vamos a estar con el papeleo hasta tarde he hecho café para todos y té para ti Kate-. Todos se lo agradecen.

-García, puedes irte ya a casa-. Le guiña el ojo. – Tu también Kate, mejor que vayas a casa, estás a punto de dar a luz y tienes que descansar. Nosotros nos pondremos con el papeleo y cuando terminemos nos podremos ir a casa a descansar-.

-Deberías darnos un par de días libre Hotch-. Dice Morgan antes de encaminarse a su despacho y el resto yendo a sus respectivos lugares de trabajo a excepción de García que seguía parada en frente de Hotch y Rossi.

-Por cierto García antes de irte-. Saca una caja de su bolsillo y se la entrega. –Felicidades-. La rubia lo abraza con efusividad.

-Gra.. gracias, señor pero no era necesario-. Hotch con rostro serio le dedica una pequeña sonrisa y se va a su despacho.

-Vamos  chicas os acompaño al ascensor-. Se ofrece David.

-Gracias pero antes tendría que ir a buscar mis cosas al despacho y de paso arreglar unos asuntos con Morgan-.

-Está bien, pues entonces ve, ya acompaño a Kate. Nos vemos más tarde-. Se despide Rossi con una sonrisa. 

-Hasta después Penélope-. García les dedica una sonrisa a modo de despedida.

La rubia coge su bolso y su chaqueta del despacho para irse pero antes se dirige a la oficina de Derek y así poder hablar. A medida que se acerca ve la puerta entreabierta y escucha la voz de Derek, parece estar hablando por teléfono.

-Hola-. Dice por lo bajo tocando la puerta. Derek con un movimiento de cabeza le dice que pase.

-Tengo que dejarte, pero cuando llegues si estoy durmiendo despiértame... Te quiero-. Cuelga. –Savannah tiene el turno de guardia en el hospital, le envié un mensaje para avisarla que habíamos llegado y me llamó para preguntarme que tal había ido todo-. Se dirige a García.

-Solo venia a disculparme-. Dice apenada por la situación e ignorando la explicación. –No debí de haberme enfadado como lo hice y menos cuando te estabas preocupando por mi. Lo siento-. Dicho esto se da la vuelta para irse.

-Espera-. Derek se levanta y va hasta donde se encuentra su amiga. –Pensé que te habías enfadado por que me había olvidado de tu cumpleaños-.

-Una parte de mi también se enfadó por eso-. Suspira. –Pero no te preocupes le pasa a cualquiera-.

-Lo siento Pen...te lo compensaré, te voy a hacer la mejor fiesta de cumpleaños que...-.

-No hace falta Derek, está noche haré una cena en casa para celebrarlo. Quiero algo tranquilo en la compañía de mi familia-. Derek nota en sus ojos tristeza. –Sobra decir que mi mejor amigo está invitado ¿no?-. Le sonríe.

-Eso está hecho preciosa-. Penélope se marcha.

.............

Habían terminado sobre las cinco de la mañana con todo el trabajo pendiente y se habían ido a descansar unas horas. Al despertarse Derek lo primero que había hecho fue llamar a Spencer para que lo acompañase a comprarle el regalo de Penélope y de paso el anillo de Savannah. Estaban dando vueltas al centro comercial.

-¿Podrías tener la amabilidad de elegir de una vez algo que regalarle a García? Tengo mejores cosas que hacer que ver pasar el tiempo-.

-Si algo mejor como por ejemplo... leerte toda la bibliografía de J.R.R. Tolkien-.

-Claro que no-. Derek se ríe. – Hace años que la he leído-.

-No se para que digo nada-. Pone los ojos en blanco. –Ni siquiera me extraña-. Reid se ríe de su reacción. –Mira vamos allí-. Entran en una joyería  para mirar los escaparates y al cabo de unos diez minutos a Derek le llama la atención un collar con una flor de hibisco. –Mira Reid, es perfecto para García-.

-Hmm.. Sabías que el significado de esa flor está relacionado con la belleza delicada-. Dice prestando atención al colgante. - Existen alrededor de unas 220 especies de plantas de la familia Malvaceae. En los países donde se dan lo usan para infusiones o incluso se los comen. Y también se le son atribuidos usos medicinales como...-.

-Vale, vale enciclopedia andante, no necesito más detalles-. Llama a la dependienta levantando el brazo para que se acerque.

-Hola Señores ¿En que puedo ayudarles?-. Pregunta amablemente con una sonrisa.

-Sería tan amable de enseñarnos ese collar por favor-.

-Por supuesto-. Saca el cajón de la vitrina y lo coloca en frente de ellos. Coge el colgante y se lo ofrece a Derek. – ¿Es para regalárselo a su novia?-.

-No, es solo para una buena amiga-. Sonríe. – Podría envolverlo para regalo por favor- La dependienta asiente y coge el collar para guardarlo pero Derek la detiene. –Disculpe, ¿se puede grabar una frase en la parte de atrás?-.

-Pues claro que si. Tome apunte aquí lo que quiere grabar por favor-. Tras escribir lo que quiere se lo da a la señora.

-Ahora falta el anillo-. Pregunta Ried. –Tienes pensado algo como un diamante o alguna piedra preciosa-.

-Quería que viniese García para que me aconsejara sobre eso... pero como no la tengo a ella aquí para eso has venido tú-.

-Derek, le vas a pedir que se case contigo, va a ser el momento más importante de vuestras vidas y el que elijas va a ser el indicado-.

-¿Querían algo más?-. Interrumpe la dependienta.

-Podría enseñarnos anillos de compromiso-. Pide Spencer.

-Ohh claro. Vuelvo enseguida-.

-Es mejor que venga otro día yo solo Reid. Has visto la mirada que nos acaba de echar. Se cree que somos pareja-. La chica se acerca con una alfombrilla y la desenrolla, dentro se ven un montón de anillos lisos. –Disculpe pero.... Podría enseñarnos los de mujer-.

-Creía que era para usted-. Dice abochornada. –Discúlpenme de verdad-. La chica se va con los anillos de hombre.

-Hacemos buena pareja eh-. Reid levanta las cejas a modo de broma.

-Me parto-. La dependienta los interrumpe desenrollando la alfombrilla.

-Si quiere puedo aconsejarle cual le puede ir mejor a su novia. Con que me enseñe una foto y me responda un par de preguntas podría encontrarle el anillo perfecto-.

-No es necesario, ya está el para aconsejarme pero de todas formas muchas gracias-.

-Está bien, los dejo solos-.

Comienzan a ver los anillos uno a uno sin pararse mucho en ellos hasta que Derek ve uno sencillo pero elegante de oro blanco y con una pequeña piedra preciosa de varios colores. –Reid este-. Dice cogiéndolo. –Este es-.

-¿Enserio? La verdad es que no le pega demasiado a Savannah-.

-Si Reid, algo que dice que este es el indicado-.

Un giro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora