Ángel de la música

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-¿De dónde has sacado esa idea?- Gustave se hizo el inocente, como si no supiese que obviamente su padre había matado a Raoul-.
-¿¡Y eso qué importa!? ¡Es cierto o no!- "como se atreva a mentirme..."-.
-Seguramente sí, pero no soy yo quien deba decírtelo- su hermanastro miró hacia donde estaba el enmascarado, allí ya no había nadie-.
-¿Dónde está? ¿A dónde ha ido?

En alguna otra parte de la casa, Erik se sentaba en el suelo, incapaz de mantenerse en pie. "Ahora ella también piensa que eres un monstruo" se repetía continuamente.
"Y eres un monstruo. Ya no se trata de tu aspecto, se trata del hecho de haber matado a gente inocente, y todo por puro egoísmo".

-Din... Él no es malo... Se preocupa por nosotros...
-¡Ha matado Gustave! ¡Y tú no te ves sorprendido por ello!
-Din- la agarró por los hombros y la obligó a mirarlo-Escucha atentamente:
»Look with your heart
And not with your eyes
A heart understands
A heart never lies
Believe what it feels
And trust what it shows
The heart always knows
No quiere que nos pase nada malo, no quiere que suframos lo que él sufrió, es su manera de protegernos.
-Su manera de protegernos es errónea.
-Los seres humanos nos equivocamos.
-Es imposible equivocarte decenas de veces matando a personas y destruyendo lugares- gritó ofendida-.
-Tú misma me contaste que te hubiera gustado matar a Raoul, no sois tan diferentes. Dudo que estuvieses bromeando al decir eso.
-...- no sabía cómo reaccionar-Aquello fue nada más que una idea, ¡no lo habría hecho! ¡Cómo te atreves a pensar algo así! - se soltó de él y corrió en busca de Erik- ¿Dónde te has metido? ¡Exijo respuestas!- al fin escuchó los sollozos- Allí estás- susurró- Dime: ¿mataste a Raoul?

Levantó la cabeza para mirar a los ojos a Geraldine, asegurándose de que le mirase fijamente, y asintió levemente al ser incapaz de hablar.
-¿Por qué?- la voz rota de Din lo rompía aún más a él-.
-Porque lo odio- aún así, aunque viese a su hija llorando, la ira permanecía-.
-¿Y qué hay de la gente inocente?
-También los odio.
-¿Qué te han hecho para que los odies tanto?
-Daño. Me han hecho tanto daño. No te lo puedes ni imaginar. Esa es la razón por la que te mantengo aquí, para que tú no recibas ese daño, esas burlas, ese miedo. Y ahora te veo aquí... Donde se suponía que serías feliz... Llorando...- comenzó a levantarse- Temblando...- ya estaba de pie- Odiando...- se acercó un paso- ¡Odiándome!

Ella se alejó un paso.

-¿Me odias?- preguntó el fantasma a la muchacha-
-Te temo- respondió rápidamente-.
-Te confesaré algo: también me temo.

-¡Padre!- Gustave había llegado por detrás- ¡Geraldine!

En ese momento Din se despistó y se giró para mirar a Gustave, que estaba con Madame Giry.
-¡Señorita su padre no es tan malo! ¡Por favor deje de llorar!- le digo Giry-.
-¡Todos lo sabíais y nunca me dijísteis nada!
-Bueno, el homicidio tampoco es algo que simplemente se pueda hablar, ¿sabe?

-Din, ¿qué tal si nos relajamos y lo hablamos en un rato? Ahora estás algo nerviosa, lo cual es completamente comprensible, ven, siéntate- le hizo señas para que se acercase y lo abrazase-.

Geraldine! ¡Geraldine!- las voces de un joven que corría cansado se escuchaban no muy lejos-.
-¿¡John!?

Unos golpes nerviosos sonaron en la puerta principal.

Din corrió.
-¡Vaya día!- resopló Madame Giry y la siguió tras Gustave-.

-¡No puedes irte con él! ¡Es peligroso! ¡Antes no te lo conté por culpa de la situación, pero fue él quemó el circo, él mató a gente, es muy peligroso! ¡Por favor, no te vayas!- le soltó a la carrera mientras trataba de recuperar el aire-.
-¡Lo sé! ¡Lo sé John!- le sujetó las manos •sí, sí, todo bien dramático•-Mira, sé que es difícil de explicar, pero ya lo sé, me acabo de enterar, de hecho llegaste en el peor momento... Espera... -se giró a mirar a Gustave y a Giry- ¿Seguirá allí?

Gustave salió corriendo y gritó:
-¡¡¡Se ha ido!!!

-Solo hay un lugar al que haya podido ir...- dijo Madame Giry-.
-¿¡Nos lo vas a decir o no!? ¡No estamos para suspenses ahora mismo!- dijo Din-.
-El acantilado.

De nuevo, a correr todo el mundo, esta vez hacia el acantilado donde, mientras pasaba todo lo anterior: Erik había buscado una cajita entre los arbustos donde guardaba el arma culpable de que su amada hubiera muerto, la pistola.
Se había tomado unos breves segundos para observarla y pensárselo mejor.
La decisión estaba tomada.

Levantó el arma lentamente, temblando, cerró los ojos, respiró profundamente...

-¡¡¡NO!!!- aquella voz... era imposible... pero allí estaba: Christine- ¡¡¡Por favor, no!!!
-Christine, mi Christine, ¿de verdad que eres tú?
-Claro que soy yo, ¿quién si no vendría a impedirte que te...?- no se sentía capaz de decir aquella palabra-Os he estado viendo a todos, a ti, a Gustave... A Geraldine. ¡Su nombre se parece un poco al mío! Típico de Gustave, y cómo no, tú no te quejaste.
-Te he echado tanto de menos...
-Y yo a ti, y dudo que quieras hacer sentir eso a tus propios hijos. No lo hagas, si no es por mí, por ellos.
-No es por nadie, es por mí mismo, arreglo con un acto egoísta todo el egoísmo que he tenido durante toda mi vida. Soy un monstruo, y los monstruos deben morir.
-No eres un monstruo, ¡eres todo lo contrario! ¡Eres un ángel! Angel of music...

-¡¡¡Padre!!!- Din llegó la primera-¡¡¡No!!!
-Geraldine, escúchame:
One day an angel
You will dream she'll appear
Now as I sing I can sense her
And I know she's here
Here in this place
She'll call you softly
Somewhere outside, hiding
Somehow you'll know
She'll always be with you
She, the unseen genius
You'll think you have been dreaming
That stories like that can't come true

Y una voz de mujer continuó:
Angel of music, guide and guardian!
I'll grant to you my glory!
Angel of music, hide no longer!
Secret and strange angel...

Erik:
She's with you even now
All around you

Geraldine:
It frightens me...

Erik:
Don't be frightened!

Bang

Los fantasmas de Coney Island (Phantom Of The Opera/Love Never Dies- fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora