fallin' all in you; hwang hyunjin

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Capítulo 7:
"Visitas sorpresas, invitaciones e interrogatorios "

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— Bang Solah —escucho que me llaman y, repentinamente, siento una especie de molestia instalarse en mi estómago.

Después de todo, en casa no me llaman por mí nombre coreano y cuando es así sólo significan problemas.

— ¿Sí? —inquiero, nerviosa por lo que tenga que decirme, pero al voltear a verla no noto expresión alguna que me advierta algo malo, en lugar de notar un semblante lleno de molestia sólo veo su rostro totalmente inexpresivo.

— Hay un chico buscándote —frunzo el ceño—. ¿Acaso tienes novio? no me parece que estés en posición de perder el tiempo con algún chico, no con esas notas —suena dura y yo paso saliva, sin embargo, mi ceño fruncido no desaparece pues no tengo idea de quién podría ser o porqué.

Rápidamente me saco los auriculares y los dejo en la cama junto al teléfono, ella sale de la habitación, seguida al instante por mí.

Al salir veo a Jisung sentado en el sofá sumamente recto, con las piernas juntas y las manos en las rodillas.

¿Pero qué hace él aquí?

En cuanto me ve me sonríe incómodo y yo frunzo el ceño, ¿a éste qué le pasa? ¿por qué está aquí?

Rápidamente me acerco a él y le tomo del brazo, él hace una mueca pero decido ignorarlo, entonces tiro de él hasta que estamos en la entrada de mi casa. Mi madre desaparece en la cocina y suspiro de alivio antes de dirigirme al molesto rubio.

— ¿¡Y tú qué haces aquí!? — grito entre susurros para que mi madre no nos escuche.

— Oh, venía a traerte una invitación. —rápidamente mete las manos en el bolsillo de su hoodie y saca una pequeña tarjeta de ahí para entregármela.

La examino y noto que dice «competencia de rap». Frunzo el ceño pues no tengo idea de porqué me da ésto, pero así es Jisung, raro e impredecible.

—Yo no rapeo. —le digo al instante y él ríe.

—Lo sé. —sonríe y hago una mueca de confusion—. Yo participaré en la competencia y pues... quise invitarte —rasca la parte trasera de su nuca nervioso y noto cierto rubor asomarse en sus regordetas mejillas—. Puedes ir con algún amigo si quieres.

Suspiro. No soy de hacer éste tipo de cosas, ir a eventos sociales no es lo mío, sin embargo, el chico me ha invitado con cierta emoción así que podría plantearme la idea. Aún así, la idea de ir sola no me agrada, él dijo que podría llevar algún amigo, el problema es que no tengo alguno.

—Me lo pensaré. —respondo.

Al instante me mira y una gran sonrisa aparece en su rostro, llena de alegría y una pequeña sonrisa aparece en mis labios también.

—¿¡De verdad!? ¡oh my god, eres genial noona! —mis ojos se abren en demasía ante el apodo cariñoso y la repentina emoción del chico. ¿Es que acaso es bipolar?

—No dije que iría, dije que me lo pensaré. —recalco.

—Lo sé.

—A todas éstas... ¿cómo sabes dónde vivo? —me cruzó de brazos en espera de su respuesta.

—Ah, te ví venir aquí luego de clases.

—¿¡Me seguiste!?

—¿Qué? ¡no! —se defiende rápidamente—. Un muy buen amigo mío vive por aquí, venía a quedarme en su casa ese día y pues, te ví.