¿Quisieras No Casarte Conmigo? |FRERARD| TERMINADA

Soy tu confidente.

Jueves, día nublado, pájaros molestando, olor al café de la cafetera, pantuflas, una buena pijama de seda color roja.

Nada que hacer mas que hechar paja, así eran mis días después de todas las tragedias.

Levantarme, tomar café, escribir, tocar piano,comer y dormir. No había ningún cambio,ninguna molestia, no lo he superado, eso es seguro pero mi alma obtuvo una paz.

Fuí a la tumba de Brendon un día después de que Frank vino, Ryan estaba en su lapida llorando con una foto de él en sus manos. Me le acerqué y lo abrace, cuando se dió cuenta quien era me hecho a patadas de ahí, tenia razón, se había tomado posesión de todo.

No dije nada y me fui, lo entiendo, él también lo amo.

El timbre sonó, deje mi taza de café en el escritorio, tres veces más y no paraba ¿Quien coño sera?

—Van— grite apresurandome.

Me acomode la bata y...

—Spencer estoy en problemas, Donna mató a su marido y quiere la fortuna de los Way.

—¿ah?

****

Horas antes.

Era temprano, todos estábamos desayunando en el comedor, Gerard iba a ir a ver unas cosas de las acciones de su padre, Mikey saldría de nuevo y yo me quedaré aquí con ella.

— ¿A donde irás?— preguntó Donna a Mikey.

—Iré con Bob al cine y después a jugar videojuegos a su casa.

— ¿Quien es ese tal Bob?

¡Oh no! ¡Callate, Mikey!

—Bob es mi novio—mierda— y también es el amigo de Frankie, mami— puta madre.

Donna me miró y ya sabia que eso significaba mi muerte.

No dije nada y me levante de la mesa, recogí el plato de mi marido y el mio, los puse en el lavabo y subí al cuarto de Gerard.

Arreglé la maleta de Gee y le planche el saco del traje.

Es divertido en cierto punto estar casado porque en mi caso, yo era la esposa y si, es algo no sé ¿raro?Atenderlo a toda hora, ya era costumbre. Ya mas de dos semanas desde nuestra boda, hacía la limpieza de la casa junto con Consuelo.

Consuelo me ha ido contando su vida, ella trabaja en esta casa desde los 18 años, su familia es inmigrante, originarios de Costa Rica y no consiguió un mejor empleo que este.

Ella vio crecer a Mikey y Gerard desde que eran bebés, también fue testigo de muchos horrores de Donna a hecho pero no me los contó todos ya que Gerard había llegado y eran cosas secretas muy importantes.

—¿De nuevo planchando la ropa?

—Tienes que ir presentable o descubrirán que eres un gordo emo.

—Creo que eso ya lo saben.

Le di su traje y me salí de ahí para que se cambiará.

Fui a mi habitación.

Me recosté en la cama virando el techo.
Tenia que ingeniar un plan, uno que me diera resultado, uno que me ayude a salir de este maldito problema.
Pero ¿como? Me intriga saber lo que Consuelo estaba por contarme, no me atrevía a sacar el tema pero tenía que hacerlo.

Algo era seguro, Donna estaba loca, la avaricia le consume el alma ¿Robarle a tu propio hijo? Ninguna madre haría eso, Linda primero se mata antes de hacerme eso.