Time travel: Cheech y Donna.

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Era viernes, frío y lluvioso viernes.
Cheech estaba deprimido al igual que su esposa.

Tenían mucho intentando embarazarse pero no funcionaba, ningún método médico daba resultado.

Ya eran mas de cinco años casados, cinco años soñando ser padres pero pareciera que Dios no les quería dar la oportunidad.

Cheech había discutido por tercera vez con Linda como ya era costumbre, veía su matrimonio cada vez más desgastado. No sabia que hacer para hacerla feliz, verla llorar cada noche.

Ya habían abortado una vez, fué lo más doloroso que tuvieron que pasar juntos, cada día era más pesado que el anterior.

Era un tormento interminable.

—Un Whisky doble por favor- pidió sentandose en la barra de aquel sombrío bar.

Música de David Bowie en el fondo,olor a cigarrillo y otras almas adoloridas estaban en compañía.

Él no era muy de ir a esos lugares, en si odiaba todo de lo que estos contenían.

Por otro lado, una chica desinteresada estaba en busca de dinero. Se había escapado de casa, había huido de todo lo que le enfermaba aunque ¿Ya para que? Si estaba podrida por dentro, ya no era inocente, su dulzura y bondad la habían abandonado.

—Connor ¡Prometiste venir!— gritó por el teléfono.

—Entiende que tengo que estudiar —explicaba aquel chico moreno intentando leer— ¿Estas haciendo lo que te dije no hicieras?

—Amm...también estoy comiendo pollo.

—Mentirosa estas puteando como siempre.

—¡Claro que no!—exclamó—aún no.

—Pues no iré, conformate con tu compañía— colgó.

Donna guardo su celular y saco un cigarrillo, lo puso en medio de sus labios y se sentó en la barra mirando su alrededor.

A Cheech le llamo la atención aquella chica rubia con aires de superioridad, le parecía atractiva y demasiado interesante.

Donna se dió cuenta de que Cheech la miraba y le sonrió, feo no era, solo un poco mas viejo que ella y mas enano, pensó.

Cheech le devolvió la sonrisa e hizo una seña para que se acercará, la cual fue correspondida.

—Dame una cerveza— pidió la chica sentándose en la silla vacía al lado de Cheech.

—Hola.

—Hola.

Se miraron otro segundo, algo estaba pasando en ellos, algo que disfrutaban, que les gustaba.

—¿Solo dirás eso?— preguntó Donna.

—Lo siento, mi nombre es Cheech Iero —mencionó dándole la mano.

Donna correspondió.

—Donna.

—¿Apellido?

—No te lo diré, no tengo porque—bebió un sorbo de su fría cerveza.

—Vaya que ruda.

—Me defiendo.

—Y modesta.

—Créeme no lo soy con nadie.

—Al parecer hiciste una excepción conmigo.

—Que observador—le tomó la mano —me gusta.

Se quedaron platicando toda la noche, parecía que habían encontrado todo lo que necesitaban. Eran muy distintos pero tan parecidos a la vez que no entendían como es que no se conocían antes porque de alguna manera, se complementaban de manera hermosa.

¿Quisieras No Casarte Conmigo? |FRERARD| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora