Al otro lado de la Puerta [Eunhae]

Capitulo 8

Hyukjae.

Me cubrí con las cobijas hasta la cabeza. Últimamente el estar, dormir y regresar solo, me tenía decaído. Los días pasaban con velocidad, y tal parecía que estos no pensaban regresarme a donghae. Trataba entenderlo, de verdad que intentaba entenderlo, pero de alguna manera mi corazón no. Seguía insistiendo en que tenía que regresar, por más que la razón le dijera que no lo haría por qué el tenía su propia vida, mi corazón seguía necio esperando su regreso.

Había comenzado a faltar a la escuela, tres días después de su partida. Prefería quedarme en mi cama donde aún existía un poco de su aroma, aunque algunos días atrás había comenzado a desaparecer. Lo único que me quedaba era el camisón con el que había llegado la primera vez.

El timbre comenzó a sonar insistente, mientras los gritos y voces que ya conocía sonaban demasiado fuertes. Cubrí mis oídos con la almohada. No tenía ganas de verlos ahora, pero sino lo hacia mis vecinos llamarían a los policías, si seguía ese escándalo.

—Lee hyukjae, abre ahora o te prometo que te cortaré los hue...—

—Ya voy.—Arrastre los pies hasta la puerta de entrada.

Salí arrastrando mi cuerpo de la habitación a la entrada antes de que heechul tirará la puerta o los vecinos llamarán a la policía por el escándalo.

—¿Por qué tardaste tanto?.

—¿Que haces aquí heechul?.—mire a mis demás amigos—Más bien debería decir, ¿Que hacen aquí?.

Todos mis amigos y compañeros de equipo para nuestro proyecto final del semestre aparecieron entrando a mi casa. Sin darme a tiempo a reaccionar se acomodaron en la sala. Cerré con cansancio la puerta para ir tras de ellos. No sabía que hacían ahí, y que querían.

—¿Que hacen aquí?.

—Bueno, cómo tú no has podido ir, nosotros decidimos venir. Somos los mejores, ¿A qué sí?.—Heechul hablo orgulloso.

—Deberian irse en este momento.

Sus miradas cambiaron de felices y orgullosos, por unas de confusión.

—¿Sucede algo hyukjae?.—Junsoo me miró, esperando una respuesta.—No te ves bien.

Mire a la puerta de la habitación dónde estaba el reloj por donde donghae se había ido. Extraña mucho su compañía.

—No sucede nada Junsoo, es solo que no e podido dormir bien.

—¿Problemas para dormir?

Asentí. Heechul se levantó para comenzar a vagar por mi casa, fijándose en la cocina para ir a mi habitación. Parecía buscar algo o alguien.

—¿Dónde está donghae?.

Mire en dirección a la habitación dónde estaba el reloj de piso, mismo donde choco estaba sentada desde hace días. Desde que donghae se había ido, choco había permanecido allí, en espera a que regresará. Por más que le había tratado de explicar a choco que el nunca regresaría, ella no se movía y seguía en espera de su llegada.

—Se fue.

—¿Cómo?.

Heechul llegó hasta mi lado.

—Su esposo vino por el, hace dos semanas. Te lo dije Heechul, donghae estaba casado.

—No puede ser verdad hyuk.

—Lo es

Al parecer choco y yo, no éramos los únicos que extrañabamos a donghae. Heechul también, pues su actitud feliz de cuando había llegado, paso a una pesada y decaída, mientras asimilaba que donghae no estuviera. Ellos se habían hecho muy amigos, desde que heechul había venido de imprevisto a mi hogar. Desde entonces venía todos los días a verlo, y traía postre para después de comer. Era común verlo aquí en hogar y que comiera con nosotros.

—Sabes, ¿Dónde vive?.

—Tristemente no. Y aunque lo supiera es imposible llegar.

Los chicos nos miraban en silencio pero con curiosidad plasmada en su rostro. Ryeowook abrazado de Jongwoon, se ofreció a ir a hacernos algo de comer, para que pudiéramos hablar con más confianza.

—¿Quieres hablar de eso, hyuk?.

—Creo que si, Junsoo.

Les comencé a decir que había vivido con donghae por tres semanas, me salte la parte de como había llegado a mi, pues no creía que ella me creyeran que había llegado así. Solamente me límite a decirles como habían sido los días que estuvimos viviendo juntos y del como le extrañaba, por qué se había vuelto mi amigo.

—Entiendo. Lo siento hyuk, pero verás que pronto te vuelves a acostumbrar a tu privacidad.—Junsoo palmeó mi hombro.

—Choco también lo extraña.— Con mi mirada les señale a mi cachorra la cuál mantenía su mirada en dentro de la habitación.— Su partida le a sentado mal.

—No solo a la cachorra, también al dueño.— Jongwoon por fin habló.

—Supongo que sí.

Ryeowook nos llamó para ir a comer. Al entrar la cocina, serví un poco de la comida de choco en su plato, para llevárselo a dónde estaba parada esperando. Ni siquiera quería moverse para comer, para lo único que lo hacia era para poder ir al baño.

—Aqui tienes choco.

Regresé con mis amigos, quienes se había enfrascado en una charla, que no tenía idea de que trataba. Me límite a asentir de momentos cuando me preguntaban alguna cosa o responder con monosílabos.

—Le pego fuerte el amor.— Jongwoon rió.

—¿Amor? ¿Que dices Jongwoon?. Donghae es mi amigo, y está casado. No digas cosas.

Seguí jugando con la comida en mi plato, ignorando los regaños de Ryeowook quien me decía que no jugará con la comida, y me la comiera. Era peor que mi madre.

—Si insistes que es por qué es tu amigo y por eso lo extrañas, seguirás sufriendo.

—Jongwoon. Donghae está casado.

—Asi que ese es tu temor para aceptar que lo amas.

—Jongwoon no molestes.

Le lancé un trozo de zanahoria a su rostro, el cual esquivo con una carcajada ruidosa características de él.

El resto de la tarde nos las pasamos platicando sobre los días que no había ido a la universidad, y como me había perdido de la declaración de Chanyeol a Baekhyun. Reímos por qué Junsoo había perdido la apuesta. Junsoo apostaba qué Chanyeol gustaba de kyungsoo, y que con Baekhyun solo era amistad.

—Ganamos Junsoo. Paga tu parte.

—Bien, mañana yo invito a comer.

—Entonces voy sin almorzar.—Heechul molestó a Junsoo.

—Kim heechul ni se te ocurra pasarte de la raya.

Después de presenciar una pelea marital entre estos dos, decidieron que era hora de irse. Me despedí de mis amigos jurandoles que mañana si iría.

—Choco el no regresará, ya deja de esperar.— Más que para choco era para mí.

Choco me ignoro, por lo que decidí irme mejor a dormir. Mañana intentaría nuevamente tratar de hacer entrar en razón a choco.