Capitulo 14

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Donghae

Nos enfrascamos en una novela la cuál era demasiado interesante, se había llevado la atención hasta de Hangeng. Minutos antes había subido a cambiarme por ropa casual de hyukjae, y ahora estaba regresando a la sala para mirar que hacía Hangeng.

—Hangeng, están tocando.

—Shh su majestad, quiero saber que pasará en My fellow citizens.—hangeng no quitaba su rostro de la pantalla.

Mire a la pequeña cachorra que se flotaba en mi pierna. La puerta no dejaba de ser llamada, y el sonido del timbre era insistente a cada momento, hyukjae había dicho que vendrían a sus amigos, con eso en mente me decidí a ver quién era el visitante. En el palacio se me tenía prohibido acercarme a la sala del trono, y aún más a las personas que venían de visita.

Cómo la primera vez, heechul estaba al otro lado de la puerta, junto con tres chicos de la anterior vez. El susodicho me saludo con un beso en la mejilla antes de entrar de lleno a la casa.

—¿Aún no regresa hyukjae, hae?.

—No, dijo que regresaría en dos horas.

—Ese tonto, nos hizo venir con rapidez y el aún no llega.

Al que reconocí como junsoo se acercó a saludarme con una caricia en el cabello, me sorprendió ese hecho, pues nadie más que hyukjae o hangeng lo hacían. En mi tiempo nadie se atrevía a tocar a los esposos de los demás y aún más al esposo del rey de la nación, si eso pasaba la persona que hubiera hecho aquel osadía terminaría en el calabozo.

—Bien, lo esperaremos para salir, ayer me llamo diciendo que quería que los acompañaramos a comprar algunas cosas para tu pueblo hae.

La atención de todos se dirigió a mí, esperando mi respuesta.

—Asi es, la temporada de invierno a comenzado en mi época, por lo que la gente enferma con mucha facilidad, así como la gente que muere en el proceso. Cada año hay muchas pérdidas por está razón.

—Cuentanos como es su tiempo.

Hangeng veía con curiosidad a heechul, seguro se le hacía raro ver aún chico de cabello amarillo y teñido como el de él. También veía la ropa de heechul, este usaba un pantalón marrón ajustado a su cuerpo, y una camisa blanca, demasiado reveladora para alguien de nuestro tiempo, seguro si los ancianos del consejo lo vieran les daría un infarto y le mandarían a dar cien latigazos por su atrevimiento.

—Bueno, en nuestro tiempo soy el esposo del Emperador, quien a su vez el mandatario de todo el país. Siempre que empieza el invierno las tierras dejan de producir alimento, por lo que nos vemos en la necesidad de salir a conseguir provisiones. Mi esposo va por vía marítima, a los otros reinos donde tenemos alianzas a hacer intercambios, oro a cambio de comida y lana para producir ropa caliente.

Seguí relatandoles mi hogar, hasta que el sonido de la puerta de entrada se escuchó. Les hice una pequeña reverencia antes de correr a recibir a hyukjae junto con choco, en cuanto me lance a sus brazos este me atrapo con una enorme sonrisa. De verdad que había extrañado está sensación de sentirme en casa y protegido de verdad, y no por obligación para poder mantener al pueblo en un perfil bajo.

—Regrese a casa, donghae.

—Bienvenido.

Camino conmigo pegado a él, hasta la sala donde Heechul nos miraba con una linda sonrisa, mientras que los demás un poco (mucho) extrañados y confundidos.

—Oh, ya están aquí. Disculpen la tardanza en la recepción había varios chicos en espera de su papeleo.

—Entendemos hyukjae.

Al otro lado de la Puerta [Eunhae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora