Capitulo 28

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Hyukjae se quedó hasta el último para ayudar a la servidumbre a levantar todo lo ocupado para la fiesta.

—No es necesario que nos ayude ministro, usted debería ir a descansar.

Negó con la cabeza y siguió ayudando.

—Hyukjae—susurraron—hyukjae... hyukjae, ¡Carajo hazme caso!

—¿Que sucede heechul?.

Heechul se acercaba con pasos lentos, mirando a todos los lados, antes de llegar a mi lado.

—¡¿Cómo que qué sucede?! Por si lo notas, has llamado la atención del mismísimo Emperador.

—No es tan malo como parece—intentó autoconvercerse.

Hangeng llegó corriendo hasta posicionarse al lado de ambos, tomo un respiro antes.

—Lo mejor que puedes hacer ahora, señor hyukjae es ir a su alcoba designada y dejar de llamar la atención o será aún peor.

—Pero... quiero ayudar—susurro.

—Ayudarás más si dejas de llamar la atención de la monarquía.

Suspiro resignado.

Ya había hecho mucho por un día, no llevaba ni un día en aquel lugar y ya resaltó demasiado, al grado de llamar la atención del mismo emperador coreano y japonés. No quería meterse en más problemas, de los que ya puedo ocasionar, lo mejor era ir a su alcoba y esperar.

—Bien.

—Te escoltaré a ella.

Hangeng se giro para dirigirse a la alcoba que se le fue designada, se despidió de Heechul. Este último tomo una calada de aire, no podía acompañarlo ya que se le dio un lugar junto a la servidumbre del castillo.

2

Agotado de tanto esperar y no hacer nada, decidió salir de su alcoba para dar un paseo por el lugar. Aún no conocía todo el palacio, era buen momento para ello.

—Es un bonito lugar, tomando en cuenta que año es, la arquitectura es atractiva—alabó el lugar.

Los pasillos eran extensos, en sus paredes adornaban cuadros de personas que supuso que fueron emperadores. Al final del pasillo un enorme cuadro abarcaba la pared principal, en el se encontraba retractado el actual emperador junto al consorte, ambos mirándose tan imponentes y elegantes, con ese aura de ser superiores.

—No deberías vagar por el palacio de está forma o podrías perderte.

Dejo de mirar el cuadro, dando su completa atención a aquella voz que tanto conocía y extraño.

—Donghae...

—Es mejor que regreses a tu alcoba sino quieres meterte en problemas—dijo con gélida voz—Vete en cuanto tengas oportunidad, este no es tu lugar.

Sin más, donghae se dio la vuelta, regresando por donde vino.

No entendía su actuar, se esperaba que esté se sorprendiera y hasta se mostrará tímido, más no su desprecio y frialdad. ¿Que le estaba pasando?

—Espera.

—¿Qué?

—¿Qué te sucede?

Su mirada se mantenía sería, neutral sin mostrar emoción alguna.

—¿A qué te refieres?.

—Pensé que estarías feliz de verme.—dio un paso cerca de él— Por que yo si lo estoy, estoy tan feliz de volver a verte, donghae.

Al otro lado de la Puerta [Eunhae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora