Capítulo 3

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Te despertaste en la misma habitación, atada a la misma silla, en la misma posición. La rabia te invadió y estuviste a punto de perder los nervios y comenzar a gritar como loca. Te contuviste apretando la mandíbula. "ok, a ver, repasemos: tenías a los peliblancos inconscientes, estabas a punto de ver sus caras, estabas a punto de mandar a la cárcel a la hermandad de una vez por todas, estabas a punto de alcanzar la gloria, estabas a punto de vengar a muchos muertos" te decías mentalmente cada vez más enfadada. "TENIAS EN TU MANO A LA P*TA HERMANDAD PERO TE TENIAS QUE OLVIDAR DEL MALDITO IDIOTA QUE INTENTABA COQUETEAR CONTIGO, ¿VERDAD?, TENIAS QUE SALIR DE LA ESQUINA, TENIAS QUE SER TAN IMPACIENTE, TENIAS QUE DESPERDICIAR TODO" te regañabas mientras lagrimas de frustración corrían sin control por tus mejillas.

-AAAAAAAAAAAAAAHHHGGGGGGGGG-No pudiste contenerte más y comenzaste a desahogarte, total nadie iba a escucharte.- ¿POR QUEEEEEEE? ¿DIME POR QUE A MI? ¿QUE HICE MAL? ¿QUE HICE PARA MERECER ESTO? ME HE ESFORZADO, HE SIDO BUENA!!

-He dado lo mejor de mi...-la rabia paso a la tristeza- lo hice lo mejor que pude... ¿ME QUIERES DECIR QUE NO SIRVIÓ PARA NADA?

No sabias con quien hablabas, eras atea, pero necesitabas expresar lo que sentías. Continuaste gritando, de vez en cuando pasabas a hablar bajito, cualquiera que te escuchara pensaría que estabas loca pero a ti te daba igual, ya todo daba igual.

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA- seguías gritando aunque te dolía la garganta.

La puerta se abrió de repente y entró un integrante de la hermandad corriendo, muy alterado. No lo habías oído porque estabas muy ocupada gritando. Se paró enfrente a ti y suspiro. Parecía ¿aliviado?

-Ostia que susto me diste loca.-Te dijo-¿Por qué gritabas como si te mataran? Me asustaste.

-Lo dices como si te importara-respondiste cortante.

-Porque me importas

-Ya claro, por eso me tienes atada en una silla en dios sabe donde.- reíste sarcásticamente.-Y no me sirve el "es para protegerte" eso es de psicópatas, pero supongo que eso es lo que eres.

-Oye, ¿y mis sentimientos?, ¿acaso no te importan?-dijo fingiendo estar ofendido.

-Me importan esto, uy espera, no puedo echarte el dedo PORQUE ESTOY ATADA

-Realmente eres increíble sabes, nadie antes había llegado tan lejos.

-Habría llegado de no ser porque ALGUIEN me golpeo.

-Vamos, ¿creíste que te iba a dejar ir tan fácilmente?

-Fácilmente dice ja ja ja, ¿tú sabes el dolor que pase al soltarme de las f*ckings cuerdas? Ohh te puedo asegurar que no.

-Nadie te pidió que te escaparas.

-Nadie te pidió que me secuestraras.

-Nadie te pidió que dejaras inconsciente a mis hermanos.

-Nadie te pidió que me golpearas.

-Iban bien armados y eran dos contra uno, ¿cómo conseguiste vencer?-Preguntó cambiando de tema.

-Secretos de policía. De todas maneras no conseguí superarte, menuda ostia me diste.- dijiste intentando ablandarlo un poco.

-No pretendía hacerte mucho daño.-respondió preocupado

-¿Por qué os comportáis como si me conocierais de toda la vida?

-¿Quién te dice que no te conozco bae?

-Ninguno de mis amigos sería tan psicópata. Estas intentando confundirme.-le contestaste intentando parecer lo más segura posible. Ese personaje había conseguido sembrar la duda en tu corazón aunque no quisieras aceptarlo.

Secuestrada/Karmaland y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora