Capítulo 9

1.7K 144 18
                                    

POV Fargan

Estaba de camino a la habitación de ______ cuando apareció Rubius de la nada.

-¡Ostia que susto, tu!-grité, ese estúpido me asustó.

-JAJAJAJAJA. Deberías haberte visto la cara.- dijo sonriendo.

Giré los ojos aburrido por la personalidad infantil de mi compañero. Seguí mi camino ignorando su risa molesta.

-Oye, no tan rápido.-dijo corriendo para alcanzar mi paso.-Tengo algo que decirte.

-Ilumíname.-dije escéptico, seguro que era una troleada dado el día que llevaba. Continúe caminando tratando de quitármelo de encima

- He logrado contactar con Willy.

Frené en seco y me giré sorprendido.

-¿QUE? ¿Pero tú eres tonto? Haberlo dicho antes.- no sabía si eran buenas o malas noticias. Ella podía estar en peligro.

-Eso intentaba decirte pero no hacías más que caminar. No puedo pensar bien mientras camino.

-Pufff. Ya paré, ahora cuéntame.

-Hoy volví a ir a su casa y esta vez me la encontré abierta. Entré a la casa alerta, si Willy estaba enfadado podía ser peligroso.

Asentí con la cabeza, a Willy era mejor no verlo enfadado. Hasta a mi me costaba controlar sus ataques de ira, y eso que soy su mejor amigo.

-La sala estaba desierta, así que subí por el ascensor. Llegué a la cocina y lo vi. Parecía que me estaba esperando, que es lo más probable, sabiendo cómo es él. Estaba sentado en un taburete mirando a la pared, yo lentamente me senté a su lado...

"Willy estaba en frente mía pero no me miraba. Me froté las manos, incómodo. Durante unos minutos no pasó nada, solo miraba a la pared, ignorándome por completo. La tensión era cada vez mayor por lo que carraspee para llamar su atención.

-Ejem...

Él siguió mirando a la pared. Me empecé a poner muy nervioso, ¿Por qué me ignoraba? ¿Y si estaba enfadado y me atacaba? El miedo se apoderó de mí y me levanté con la piel de gallina. De repente clavó la mirada en mí. "Mierda" pensé aterrado. Quería correr de allí pero el miedo no me permitía moverme. Además dudaba que Willy me dejara dar ni siquiera un paso. Aguanté su mirada.

-¿Sí?-me preguntó. Quería que le dijera porque había entrado a su casa, aunque ya lo supiera.

-Emmm, venía a decirte que porque intentaste matar a ______-dije con la voz temblorosa.

-¿Intentaste?, ¿me quieres decir que no terminé mi trabajo?-dijo con voz fría, de asesino. Un escalofrío me recorrió. Pocas veces lo había oído hablar así, eso no significaba nada bueno.

-¿Que te ha hecho?-pregunté temblando. No quería que le pasara nada a ______, le tenía muchísimo cariño. No iba a permitir que Willy le pusiera un dedo encima.

Él sonrió como adivinando mis pensamientos. Era una sonrisa torcida la que adornaba su rostro.

-Se metió en mis asuntos, por lo que pasó de amiga a presa.-su tono daba miedo.-Y nadie me va a quitar ese placer de oír su último suspiro.

Toda la valentía que sentía se desvaneció por completo. La iba a matar y nadie se lo podría impedir. Sabía de buena mano que cuando al peliblanco se le metía una idea en la cabeza nadie se la podría quitar. Sentí miedo por ______, no había manera de detenerlo.

Secuestrada/Karmaland y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora