Secuestrada/Karmaland y tú

Capítulo 22

-NOOOOOOOO. 

"Maldito  gilipollas" "No puede morir así" "Que he hecho mal" miles de pensamientos se agolpaban en tu cabeza, impidiéndote mover. "Haz algo estúpida" "¿Te vas a quedar ahí parada mientras se muere?" "No te quedes quieta, MUÉVETE" "No puedes hacer nada" "Eres inútil" "ESTA MUERTO POR TU CULPA" La realidad te golpeo, haciéndote reaccionar. Esos pensamientos seguían en tu cabeza, contradiciéndose entre si, pero lograste ignorarlos. Necesitabas concentrarte completamente en salvar a Vegetta. "Esta todo perdido, no lo lograras. Lo único que conseguirás es morir con él" "Yo confío en ti, tu puedes. Vegetta esta vivo y necesita tu ayuda. ¡¡VAMOS!!" "Puedes intentarlo, pero sabes que solo afirmas que esta vivo para no cargar con la culpa" Ya habías empezado a nadar hacia el remolino, pero ese comentario te freno de golpe. No pudiste evitar volver a llorar. "Joder. ¿Desde cuando haces caso a u conciencia? Sal adelante y haz lo que tengas que hacer" 

Te sumergiste en el agua y abriste los ojos, intentado localizar el cuerpo de Vegetta. "Si el remolino no lo arrastro ya, seguro que se ahogo, perdiste mucho tiempo dudando" Ignoraste esa voz, no causaba más que problemas. Volviste a la superficie para recuperar agua y rápidamente te sumergiste de nuevo. El agua salada del mar te irritaba los ojos, pero el escozor era el problema mas pequeño que tenías. El remolino era bastante grande y potente, podía arrastrarte en cualquier momento si no tenías cuidado. No conseguías distinguir nada más que burbujas y algún que otro pez. Saliste del agua una vez más, perdiendo poco a poco la esperanza. 

-Por favor dioses... Se que no he sido la mejor persona del mundo, que he echo muchas cosas malas, pero os suplico que salven a Vegetta. Él no merece morir así.- suplicaste entre sollozos. Nunca antes habías rezado a los dioses, por lo que no sabías si realmente te iban a escuchar. -Haré lo que sea...

Pasaron unos tensos segundos, en los que esperaste inútilmente que pasar algo. "¿Te pensabas que iban a responderte después de todos los pecados que cometiste? Te lo mereces por hipócrita" Te llevaste las manos a los oídos, como si así dejaras de escuchar esa molesta voz en tu cabeza. "Estoy en tu cabeza, burra." Retiraste las manos y las apretaste, enojada con el mundo. "Si los dioses no hacen nada, lo tendré que hacer yo" Volviste al agua, solo por el simple hecho de que no soportabas quedarte parada asimilando la muerte del ojimorado. Por alguna extraña razón, nada más entrar en el líquido encontraste un cuerpo flotando enfrente. 

-Gluupfpf.-gritaste aun sumergida. Tragaste una gran cantidad de agua, pero no te importo. 

Te apresuraste a agarrar a Vegetta y llevarlo a la superficie. "Por favor, que este vivo. Que no este sujetando un cadáver" "Si , claro. Obvio que esta vivo, solo paso casi cinco minutos debajo del agua. Para nada esta MUERTO" Antes de nada, te alejaste lo máximo posible del remolino y de sus corrientes. Una vez estuviste es aguas calmadas te centraste en comprobar si estaba vivo. Con el alma en un puño le tomaste el pulso. No notabas nada.  "Ejem..." Toda la ilusión que tenías de que estuviera vivo se esfumó de un golpe. "Cadáver o no, yo lo pienso llevar a tierra" "Solo te dará más peso, lo más razonable es que lo tires" Ante esa verdad hiciste oídos sordos y continuaste arrastrando el cuerpo hasta la orilla.

 Te costo una media hora llegar al puerto. Estabas agotada, congelada y tenías irritados los ojos de tanto llorar. Tiraste a Vegetta encima de las tablas del muelle y tu te recostaste a su lado. Aún no podías aceptar que estuviera muerto. "____ mató a Vegetta, ____ es una asesina...🎶🎶" esa estúpida voz parecía estar cantando tu sufrimiento. "No puede estar muerto" Empeñada en esa afirmación volviste a comprobarle el pulso. Apoyaste tus dedos en su muñeca y esperaste pacientemente a notar algo. Nada. "Venga, por favor..." Apretaste los dedos con más fuerza. Pum, Pum . "AHHHHH" Habías notado una pulsación, leve pero al fin y al cabo una señal de que estaba vivo. Comenzaste a gritar de alegría mientras más lagrimas recorrían tu rostro. "No te emociones demasiado que puede que muera si no lo llevas rápido con Auron" "Tiene razón, por una vez en mi vida voy a darle la razón."