Capítulo 10

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-Quizás no pueda correr pero eso no quiere decir que termine perdiendo.- Intentaste parecer segura pero por dentro estabas muerta de miedo. Aparte ¿Cómo había llegado tan rápido?

-No me hagas reír-dijo aburrido.

-Mira payaso, puedes hacer todo el espectáculo que quieras pero a mí no me engañas.

-Veo que no has aprendido la lección, eres bastante corta.-dijo con asco. Alzaste las cejas en desacuerdo.

-Anda, si vas a matarme dame el placer de verte esa cara de nabo que me llevas.-intentaste ganar tiempo para pensar una manera de escapar de esta.

-¿Aún no sabes quién soy? Veo que tu última neurona se fundió.-Obviamente era ese psicópata de Willy pero no se lo ibas a decir, hacerte la boba te daba tiempo.

-Ummm, deja que piense en mi lista de personas que me quieren matar... Oh solo hay una, Alex, por desaparecer durante días sin su permiso. No te aconsejo quitarle el gusto, es muy peligroso cuando se enfada.-Realmente lo decías de verdad, Alex fijo que estaba histérico.

-No creo que el enano me haga nada, sobre todo si no sabe que he sido yo.-dijo seguro de sí mismo. A saber que pensaba hacer con tu cadáver. Un escalofrío te recorrió y cambiaste de tema.

-Y dime, ¿por qué tantas ansias en matarme?, no estoy segura de querer desenmascarar a la hermandad, Fargan saldría mal parado.-Intentaste convencerlo de que no eras una amenaza. Dudabas que funcionara pero por probar...

-¿Y Willy no te importa?-Dijo con falso dolor.

-Tú la verdad me das igual, por mí como si te mueres.-No era verdad, Willy te importaba, y mucho. Te dolía esta situación.

-Bueno, me está aburriendo la charla. No te resistas y te mataré rápido-dijo acercándose a ti. Sacó una espada de diamante, dispuesto a empalarte.

-Dime la razón por lo menos. ¿Acaso te deslumbra mi belleza? ¿Quieres eclipsarme para alzarte tú? -Comenzaste a preguntar de manera aleatoria. Hablabas puramente por nerviosismo, pero al parecer diste en el clavo. Él se paró a un paso tuya.

Se quedó sin respuesta, le habías dado donde le dolía. Con más rabia que antes se acercó un poco más. Estaba a un palmo de ti, podías sentir su respiración rítmica. Incluso olías su perfume a mar. Al estar pegada al árbol no podías echarte atrás, así que simplemente te revolviste poniéndote todo lo cómoda que se te permitía. Estabas cansada de luchar, te habías esforzado demasiado y no habías obtenido nada. Ya era hora de rendirse, tendrías el merecido descanso. Suspiraste, harta del drama. Ya no valía la pena seguir peleando, todo tu mundo se había dado un vuelco inesperado. Solo pensar que hace unos días estabas feliz riéndote con Alex. "Lo siento babe pero he tocado el límite, no puedo seguir más con esto. Espero que los demás te cuiden tanto como yo." Una vez más comenzaste a llorar silenciosamente, rendida por completo. No querías morir pero no quedaba otra opción. Willy levantó la espada, colocándola en medio del pecho.

-Clávala ya, acaba con esto de una vez.-dijiste sollozando al ver que no se movía.

-Me parece que no puede...-dijo una voz conocida.

Abriste la boca incrédula. No podía ser, estabas oyendo voces, tu cabeza no podía asimilar el dolor y por eso escuchabas cosas. Pero contradiciéndote apareció una cabeza de detrás del cuerpo inmóvil de Willy.

-¿A-a-alex?-preguntaste aún sin creértelo.

-Hola enana...-Dijo con lágrimas en sus ojos

Corriste a abrazarlo sin pensar en nada más. Enterraste la cabeza en su hombro y te derrumbaste. Ahora estabas con Alex, todo iría bien. Comenzaste a murmurar todo lo que había pasado pero entre las lágrimas no se entendía nada. Alex te acarició la cabeza, tranquilizándote, él también estaba llorado. Cuando os tranquilizasteis, te separó.

-Estamos juntos.-Te dijo simplemente. Tú lo amaste por decir eso, no te mintió diciéndote "todo irá bien" porque nada iba a ir bien. Simplemente dijo estamos juntos, como tantas otras veces.

Suavemente te abrazó de la cintura y te alejó de allí. Mientras caminabais sacó el móvil y escribió un mensaje. Tú te dejabas llevar, no sabías a donde te llevaba realmente. Unos minutos después aparecieron Vegetta y Luzu. Al verte se les iluminaron las caras y corrieron hacia ti. Al verlos tan lanzados te escondiste detrás de Alex, en broma. Vegetta fue el primero en llegar, te cogió en brazos, levantándote del suelo. Le rodeaste las manos por el cuello, abrazándolo.

-¿Pero qué leches te pasó?

-Una larga historia.-dijiste muy feliz de encontrarte por fin con tus amigos.

Cuando Vegetta te soltó le toco a Luzu abrazarte. Su abrazo fue más suave y tierno. Te froto la mano en la coronilla, cariñoso.

-¿Nos podéis hacer un resumen?

Podías hacer un resumen, pero duraría media hora. Habían pasado demasiadas cosas... Solo con recordar se te empañaron los ojos.

-Creo que será mejor dejarlo pasar.-Dijo Alex al ver tu expresión. Ellos entendieron y no insistieron. –Oye Vegetta, ¿puedes mirar si hay algo raro un poco más atrás?

Vegetta se sorprendió, no entendía de qué le estaba hablando, pero fue a mirar mientras vosotros seguíais avanzando. Unos minutos después el ojimorado vino corriendo.

-Alex, ¿de qué me hablas? Ahí atrás no hay nadie.

-¿Como que no? ¿Miraste bien?-dijo extrañado y un poco preocupado.

-Sí, miré toda la zona.-Vegetta no comprendía porque le mandaba buscar algo que claramente no estaba allí.

-Pero, ¿estás completamente seguro que miraste bien?-insistió

-Qué si pesado, ¿Pero qué pasó? ¿Qué se suponía que debía encontrar?

En ese momento te preocupaste, Willy estaba libre. No estabas segura de si te atacaría estando con ellos, pero era mejor no averiguarlo. Miraste a Alex preguntándole en silencio porque había lo dejado sin vigilancia. Esquivó la mirada, incómodo.

-¿Alex?-Vegetta quería respuestas. Pero no era un buen momento, estabas en peligro.

-Emmm, mejor vámonos de aquí y luego os cuento.-dijo nervioso.

-¿Pero qué pasa Alex?-pregunto Luzu.

-No estamos seguros aquí fuera, vamos al pueblo.-dijo avanzando cada vez más rápido.

-¿Pero por qué? Explícanos que pasa, queremos ayudar.

-Alguien intento matarla, y ahora esta suelto. ¿Contentos?- explicó enojado. No quería tocar el tema ya que estabas tú delante pero no le habían dejado otra opción.

-¿¡Qué!?-exclamaron los dos a la vez.

-Tenias que haber empezado por eso.-dijo Vegetta enfadado.- ¿Quien fue?

-No le vi la cara. La alejé de allí lo antes posible. ¿Qué querías que hiciera, que me quedara allí examinándole la cara mientras ella miraba traumada?

-Ostras, lo siento _____-dijo mientras te abrazaba a modo de disculpa. Sonreíste aceptando el apretón, pero rápidamente te separaste, no podíais entreteneros.

Los chicos se pusieronal redor, protegiéndote. Vegetta te dio una espada y una armadura porprecaución. Mientras caminabais, en silencio notaste como intercambiabanmiradas. Todos estabais muy tensos, pero bajasteis la guardia al ver el puebloal frente. Sentiste mucho alivio al ver por fin un lugar conocido. Debido alcansancio, la presión y la emoción, te desmayaste. Pero esta vez sabías queestarías protegida, que ellos te cuidarían, así que te dejaste llevar.

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Me costó bastante escribir este capítulo porque tengo demasiadas ideas en la cabeza. Pero ya las ordene y se viene salseo. Gracias por el apoyo :)

Tomen zumitos y hasta el próximo cap...

Secuestrada/Karmaland y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora