Introducción

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La vida está llena de instantes, de momentos que nos forjan como seres humanos, que definen nuestro destino y carácter. Los instantes son propinados por personas que nos marcan, por personas que nos impulsan.

La vida y el amor son como una feria de sentimientos, con altos, bajos y altos otra vez.
Me he tropezado, caído y vuelto a levantar. Construí muros, murallas altas donde ningún corazón podía entrar, ni siquiera se atrevían a tocar la puerta. La vida era sola, vacía, sin muchas expectativas de recibir el más mínimo roce de un cálido abrazo, porque yo misma me impuse esas reglas. Malditas y absurdas reglas...

Por años vi la vida blanco y negro, para mí no había grises, no había mucho color... Los problemas gobernaban gran parte de todo, y aunque intentaba salir de ese lugar, una gran mano me hacía volver a ahí.

Nubarrones grises nublaban mi futuro, imprimiendo así su marca como una gran tormenta por avecinarse.
Me divertí, no lo puedo negar, amigos con derechos, chicos con los cuales solo tenía sexo y los veía en ocasiones donde quería descargar mis frustraciones, conocidos de una sola noche. Mi vida se resumía en eso.

Cuando el mundo se me venía abajo solo tenía que sostenerlo el tiempo que fuera necesario para poder continuar con su peso en los hombros, con todo a punto de desbordarse de ese pequeño vaso que llamaba vida.

Los sueños se cumplen, las metas también... Los amores se encuentran. Pero todo con el tiempo justo y los sentimientos adecuados en el corazón.

Puedo recordarlo todo como si hubiese sido ayer, como si pudiera retroceder en el tiempo y ver la película de mi vida una y otra vez. A ti solamente te contaré lo importante, lo picante, lo divertido, pero también te mostraré que me llevo a ello.

Espero no aburrirte con mi historia, pero todo empezó así...

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Gracias chica_lectora_LR por la hermosa ilustración ❤️ la amé.

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