- CREEP -Soyeon iba caminando a paso ligero entre los ruidosos pasillos del instituto. Con la mirada penetrante y el rostro sereno, consiguiendo que varios alumnos se apartaran de su camino incluso antes de que ella pasara por su lado. Lo cierto es que esto era algo que ignoraba la pelinegra, ya que lo único que buscaba era ser invisible ante el resto. Pero era complicado no sentirse intimidado ante su presencia, aunque fuera una persona de baja estatura por lo general causaba cierto respeto entre la multitud. Poco le importaba lo que opinaran o pensaran de ella, pero su temperamento nunca lo llegó a usar en contra de nadie. Simplemente era pacífica, con un semblante algo aterrador, pero pacífica, sin maldad alguna.
Al llegar a la puerta del cuarto de baño, se topó con cierta pelirroja retocándose una zona en específico de su cuello con algo de maquillaje. No pudo evadir la tentación de posar la mirada sobre ella. Durante unos segundos se quedó estática, fija en la piel blanquecina y brillante de la chica. Un suave carraspeo la sacó del trance en el que se encontraba.
— Em... Perdona, necesito usar el baño. — Dijo casi en un susurro la pelinegra, apartando la mirada.
En ese mismo momento Soyeon solo quería que la tierra se la tragase. Se maldecía a sí misma por usar justamente aquel día el cuarto individual de la segunda planta. Durante años no tuvo ni un solo acercamiento con la pelirroja, siquiera una mirada. Aquel día por lo visto todo sería diferente, tanto para ella como para la otra. Era como si volvieran al pasado, irónicamente.
— Oh, perdón. — Se disculpó rápidamente la pelirroja. — Por supuesto, toma, entra. — Dijo mientras guardaba el corrector en un pequeño bolso de mano.
La pelinegra nunca llegó a entender el porqué las personas como ella hacían uso del maquillaje. Su piel tersa y perfecta no requería de ningún producto químico, ya que su aspecto infantil e inocente era simplemente impresionante. Hermoso; así lo describía la pelinegra. El caso es que Soojin era un año mayor que ella, pero irónicamente Soyeon era quien aparentaba ser de mayor edad. Puede que fuera por su forma de vestir. Mientras una era todo negro y gris, la otra era todo colores cálidos y pasteles. El Yin y el Yang, así funcionaban ellas dos.
La pelinegra clavó los ojos en el fallido intento de disimular un chupetón de la pelirroja. Inconscientemente torció el gesto, lo que provocó que la otra chica, incómoda, moviera su pelo consiguiendo así tapar el débil morado de su terso cuello. Sonrió nerviosa y salió prácticamente corriendo del cubículo. Soyeon suspiró, extrañamente molesta. Tenía que reconocer que aquello fue aún más surrealista que lo anterior vivido en la biblioteca.
Aquél lunes se estaba volviendo demasiado extraño e intenso. Puede que suene a exageración, pero mentalmente para Soyeon era raro. Como si hubiera despertado en otra vida paralela a la suya. Todo estaba en orden, pero algo le decía que las cosas iban a cambiar; y de hecho para mal. Una corriente eléctrica recorrió todo su sistema nervioso. Entonces fue cuando recordó las historias que le contaba su abuela Akira cuando era una niña. Esas historias donde una persona podía saltar a través del tiempo, rompiendo toda ley física posible. Donde esas personas mágicas eran reconocidas por el nombre de Saltadores.
La historia narraba que este tipo de grupo tenían bajo su poder ciertas piedras mágicas, las cuales les proporcionaban la energía suficiente como para viajar a través del espacio tiempo. Este tipo de minerales se catalogaban por el color; las verdes esmeralda servían para saltar hacia atrás, y las rosas cuarzo para saltar hacia adelante. Uno pasado y el otro futuro. Pero cada cierto tiempo tenían que recambiar estas piedras, ya que el nivel de energía tenía un límite. Si un saltador abusaba del poder de estos minerales podía hasta llegar a perder la cordura, volviéndose completamente un paranoico. Por eso muchos de ellos acabaron renunciando y hundiendo sus piedras del tiempo en el fondo de algún lago perdido. Pero el caso es que aún quedaban algunos de ellos, escondidos, pero vivos.
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• O F T E N • {SoJin/2So}
Fanfiction"Algunas veces no somos conscientes de nuestros actos. Algunas veces las personas se van y nunca vuelven. Pero algunas veces las cosas cambian e incluso puede llegar a haber una segunda oportunidad." Jeon Soyeon tan solo fue la persona equivocada...