Jimin le ama de forma ciega y da todo de sí para ser amado de vuelta aunque lo lastime de mil maneras posibles.
Yoongi nunca ha sido capaz de aceptar sus sentimientos y tampoco le importa mucho destruir su corazón una y otra vez.
Él no contó con l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente Jimin se levantó como normalmente lo hacía y fue hasta la cocina a preparar el desayuno para los tres, no había podido dormir en toda la noche, estaba cansado y muy triste, se sentía herido y humillado, hasta la noche anterior se había convencido que para que Yoongi dejara de buscar la compañía de otras personas bastaba con que el fuera mas abierto y tomara la iniciativa a la hora de tener intimidad, pero nuevamente se vio equivocado.
Cuando pronunció el nombre de esa mujer mientras estaba con él sintió como si le hubieran clavado una estaca en el corazón, se sintió ofendido y despreciado, pero lo peor del caso es que sentía que no era lo suficientemente hermoso para que se fijara en él, quizá ese era el problema.
Nunca había tenido problemas de autoestima, pero desde que se casó había pensado seriamente en que el motivo por el cual no se fijaba en él era porque no era suficiente y eso le hacía sentir poca cosa.
—Buen dia Jimin— saludó el pelirrojo sonriendo amablemente.
Jimin le sonrió de vuelta —Buen día Gus ¿Como amaneciste? ¿Dormiste bien?— preguntó amable.
Agust asintió —Sí, gracias por preguntar— suspiró clavando sus ojos oscuros en él —Contrario a ti que te veo muy cansado ¿No has descansado lo suficiente?— preguntó evaluándolo minuciosamente, sus ojos hinchados le indicaban que no había dormido bien, que había llorado mucho o quizá ambas y ese detalle se lo adjudicaba a su estúpido gemelo.
Jimin mordió su labio inferior con nerviosismo ¿Tanto se le notaba? —B-bueno algo así, ¿Quieres hotcakes? ¿O deseas algo más?— dijo cambiando de tema rápidamente para que el otro no indagara más.
Agust entendió que su cuñado no quería hablar del tema y no quiso hacerlo sentir incómodo —Cualquier cosa está bien para mi Jimin, no eres mi empleado ni nada de eso— le dijo con una sonrisa suave —¿Puedo ayudarte? ¿O invadiría tu espacio?— bromeó.
Jimin le miró confundido, nunca pensó que se ofrecería a ayudarlo aunque viniendo de Agust cualquier cosa podría pasar —No quiero molestarte Gus, hago esto a diario, ya es mi rutina—
Agust negó sonriendo y acarició su cabello de manera cariñosa —No es ninguna molestia, quiero ayudarte aunque sea en algo si me lo permites—
Jimin le dedicó una radiante sonrisa y se encogió de hombros —Bueno si tanto quieres hacerlo ve partiendo la fruta mientras termino los hotcakes— habló emocionado —Yoongi no tarda en despertar—
—¡Como ordene mi capitán!— bromeó Agust sacando mas risas en él.
Cuando hubo terminado le ayudó a colocar los platos en la mesa y a ordenar la cocina, mientras el más pequeño terminaba de hacer lo demás, cuando ambos terminaron suspiraron cansados.
—Gracias por ayudarme— agradeció con tranquilidad.
—Gracias a ti por ser tan amable conmigo y por acogerme en tu hogar— respondió.
