Jimin le ama de forma ciega y da todo de sí para ser amado de vuelta aunque lo lastime de mil maneras posibles.
Yoongi nunca ha sido capaz de aceptar sus sentimientos y tampoco le importa mucho destruir su corazón una y otra vez.
Él no contó con l...
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Eran las once de la noche y como siempre Yoongi no había llegado, Jimin suspiró con cansancio mientras terminaba de limpiar la cocina. Se encontraba solo desde la tarde, ya que Agust había salido a cenar con sus padres.
A paso lento subió a su habitación listo para dormir, entró al baño y como cada noche se dio una ducha caliente tratando de relajar sus músculos cansados, estuvo en la tina ido en sus pensamientos, con tantas cosas dando vueltas en su cabeza al punto de marearlo, lavó su cuerpo con cuidado y cuando estuvo satisfecho fue a su habitación, buscó un pijama y secó su cuerpo. En ese momento la puerta fue abierta por su esposo, éste le dedicó una mirada tensa quitando su saco y corbata quedando solo con una fina camisa blanca.
Jimin se dio la vuelta tratando de vestirse lo más rápido posible, para no estar sujeto a su escrutinio. Sentía su mirada quemarle la espalda por lo que puso su ropa interior de manera apresurada y justo cuando intentaba poner sus pantalones sintió sus brazos rodearlo por la espalda, acto que le hizo sobresaltarse.
Yoongi dejó reposar su barbilla en su hombro -¿Estás feliz de haberme desobedecido hoy frente a mi hermano?- le preguntó suave.
Jimin trató de zafarse, pero el rubio no se lo permitió -Que sea la última vez que me desafías Jimin- habló justo en su oído lamiendo después su lóbulo, Jimin se sobresaltó sabiendo bien lo que él otro quería y la mera idea lo hizo querer alejarse de él.
-Yo no te desafié- respondió titubeante y temeroso.
Yoongi acarició su abdomen de forma delicada contradiciendo el brusco agarre que mantenía en su cintura -¡Si que lo hiciste! ¿Tan molesto estás por lo de anoche?- pregunto siendo irónico -Debo decir que esa faceta irreverente tuya me pone, pero prefiero que no vuelva a suceder, me gusta que seas sumiso, es mejor de ese modo-
Jimin frunció el ceño, despertando de su ensoñación, por un momento se había dejado llevar por las caricias que recibía y había olvidado la humillación por la que había pasado la noche anterior, le dolió el hecho de que a Yoongi ni si quiera le importaba haberlo lastimado, así que juntó toda su fuerza de voluntad y se soltó de su agarre aprovechando que el otro se había distraído manoseando su cuerpo. Puso rápidamente su pijama ante la mirada escéptica de su esposo.
Yoongi le miró molesto -¡¿Que mierda crees que haces?!-
Jimin bajó la mirada a sus pies sintiendo sus ojos picar y su corazón doler por la tristeza de comprobar una vez más lo poco que valía para él -Yo... No me siento bien- respondió no queriendo demostrar lo realmente dolido que se sentía.
El rubio le miró sorprendido ante su negativa y es que realmente era la primera vez que lo hacía -¿Te estás negando a estar conmigo? ¿Es por lo de ayer?- preguntó un tanto incómodo.
Jimin apartó la mirada con los ojos llenos de lágrimas, mas no respondió, siendo esto una afirmación para Yoongi, quien soltó una risa burlona, una que no pudo controlar.
