Jimin le ama de forma ciega y da todo de sí para ser amado de vuelta aunque lo lastime de mil maneras posibles.
Yoongi nunca ha sido capaz de aceptar sus sentimientos y tampoco le importa mucho destruir su corazón una y otra vez.
Él no contó con l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día de su cumpleaños había llegado y se permitió quedarse en cama un poco más hasta que Yoongi abandonó la casa.
Se levantó de la cama estirando sus músculos tensos escuchando el sonido de sus huesos con complacencia, entró al baño y puso a llenar la tina una vez estuvo lista entró en ella, suspiró satisfecho al sentir la calidez del agua abrazar su cuerpo desnudo, se permitió quedarse ahí diafrutando sin pensar en nada ni nadie, cuando por fin estuvo satisfecho salió y se vistió para luego bajar a la cocina.
Un delicioso olor le recibió al entrar al lugar. Agust se hallaba de espaldas, pero al escuchar el sonido de la puerta se dio la vuelta con una sonrisa en el rostro. Jimin se sintió avergonzado, ya que no era la primera vez que su cuñado preparaba la comida
El pelirrojo se acercó rápidamente y lo envolvió en un cariñoso abrazo -¡Feliz cumpleaños Jiminie!-
-Gracias Gust- susurró contra su pecho, devolviendo el abrazo.
-Preparé la merienda, espero no te moleste, pero planeé un día de campo-
Jimin esbozó una sonrisa ligera -¡Me parece perfecto, no tengo nada que hacer así que podemos irnos cuando lo desees!- dijo emocionado.
-Pues ve a arreglar tus cosas porque ya casi tengo todo listo- pidió su cuñado empujándolo por los hombros con gentileza.
Jimin acató la orden, yendo directo a su habitación para arreglar una pequeña maleta con diferentes utensilios que necesitaría. Una hora después estaban frente a un inmenso parque, al ser lunes este se hallaba prácticamente vacío.
Agust buscó un lugar apartado frente al lago, a los lados habían vallas con flores de diferentes colores, colocó la manta en el césped y acomodó todos los toppers con el desayuno que había preparado.
Tomaron asiento en el suelo mientras comían con lentitud, viendo la hermosa vista mañanera, platicaron de tantas cosas y cuando ya no había tema de conversación se quedaban en silencio, sintiéndose en paz con la presencia del otro a su lado.
El pelirrojo sacó un último topper con un pequeño panecillos con chispas de chocolate y colocó una pequeña vela sobre este, extendiéndolo segundos después hacia el pequeño -Feliz cumpleaños Minnie- dijo dejando un beso en su mejilla.
-Jimin le miró conmovido por el gesto -No tenías que hacerlo, pero muchas gracias, eres tan lindo- dijo antes de soplar la pequeña vela y compartir el panecillo con su cuñado.
Al terminar Jimin se alejó un poco para darle de comer a los patos que nadaban a las orillas del lago.
Agust no pudo evitar sentirse cálido por la hermosa imagen de Jimin con los tenues rayos del sol iluminando su rostro, mientras sonreía al ver a los patos pelear por el alimento que les proporcionaba, sin duda esa era su imagen favorita, un Jimin feliz, con una sonrisa en el rostro, eso le llenaba de un sentimiento tan puro que lograba que su corazón se acelerara.
