Cap 51: La victoria

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- ¿Estás segura de querer entrar? - pronunció Suga tras detenerme, por lo que todos nos miraron.

- Chicos, adelantaros, ellas están dentro. - lo miré y después sonreí.

- Hablo en serio. - pronunció.

- Yo también, quiero concentrarme 100% y realmente, deseo ver sus rostros ahora, rostros desencajados, sorprendidos y molestos. Recuerda que fui una incorporación de último momento, por lo que mi nombre no aparece en la plantilla que recibieron, aunque si en la verdadera, y solo ha habido rumores, es la hora de concretarlos. ¿Vienes? 

- Como si fuera perderme la cara de ese traidor. - sorneí ligeramente y entré dentro del lugar, allí, allí sería nuestro primer encuentro, ese olor, esas vistas, eran las mejores del mundo. 

Mis compañeras habían llegado y estaban por empezar el entramiento, pero antes de unirme a ellas, enfrentaría a Kyo. Pues no era más que una sorpresa, una que yo misma había preparado, di un paso al frente cuando me topé con aquellas personas a las que llegué a llamar equipo, aunque bueno, también había caras nuevas.

- Tn, No sabía que venías. - en ese momento vi la frialdad de sus actos, pues si me hubiera amado, entonces hubiera venido a mí para besarme. 

- ¿Vienes a ver nuestro partido? - aquella traidora había venido a nosotros y estaba sonrirendo, sonriendo mientra que lo tocaba ligeramente.

- ¿A veros? Que ingenuo puede ser el ser humano a veces, para tu mala suerte, he regresado. - en ese momento bajé la cremayera de mi sudadera y dejé que vieran mi camiseta de equipo, mi número, todo, porque era la único que verían de mí, mi espalda. 

- ¿Qué? - su rostro mostraba sorpresa, nerviosismo y no podía más que satisfacerme. 

Me acerqué hasta Kyo y aproveché para decir aquellas palabras, aquellas que se me habían atragantado durante tanto tiempo, las mismas que iban a destrozarlo y desconcentrarlo. 

- La próxima vez, se más cuidadoso. Hemos terminado. - le solté y seguí caminando hacia donde estaba mi equipo, miré hacia atrás, cuando vi su rostro, sin duda sabía a lo que me referería, enojo, dolor, decepción y un montón de otros sentimientos, para mí, solo era satisfacción.

- Siento el retraso. - me quité el pantaón y dejé todo mi uniforme al descubierto, pues aquel momento, aquella lucha comenzaba.

El partido comenzó y con ello el enfrentamiento, estaba concentrada, tanto que se me dificultaba jugar en equipo, tal vez porque aquello era algo personal, pero solo tuve que mirar a Suga en aquella grada para saber que si quería ganar, debía de abrir las alas, y eso signficaba confiar en las otras integrantes porque ellas, ellas forman aquellas alas y así fue, aquel egoísmo fue opacado por las ganas de jugar en equipo por divertirme y a la vez por las ganas de ganar.

- Bien hecho. - pronunció la capitana tras chocar mi mano contra las suya.

- Ella ha cambiado. - pronunció aquella traidora.

- Concentrate en el partido. - Kyo parecía nervioso pero no tanto como ella, pues aquel asunto se había vuelto algo personal.

- Tn. - el entrenador me llamó por lo que volví a mirarlo. - Sigue jugando así, aunque ahora quiero que hagas algo más. ¿Qué tal un señuelo? 

- Me gusta esa idea. - sonreí ligeramente y después volvimos a la cancha, faltaba poco para el final del partido e ibamos ganando, pero no pensaba confiar, simplemente seguiría marcando y seguiría siendo el mejor señuelo de todos, hasta que que ese pitido sonará.

Y así fue, sonó y ese sonido fue el mejor de todos, pues detuve mis pies, respiré hondo y una sonrisa se mostró en mi rostro, pero no solamente eso, sino que por primera vez, mis compañeras habían extendido mis manos hacia a mí y me había unido a ellas para celebrar aquella victoria.

- Parece que alguien aprendió como jugar en equipo. - la voz de Suga llegó hasta a mí, había bajado a la cancha, por lo que lo miré ligeramente, pero no estaba solo, todos estaban con ellos y parecían felicitarme con aquella sonrisa. 

- Tn, ¿Podemos hablar? - preguntó Kyo desde atrás de ellos, por lo que ahí, confirmé lo que realmente quería, no sentía nada por él, ya no. 

Y de repente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora