Cap 41: princesa sin corona

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Narra TN

Sin duda aquellas palabras me hicieron ver la gran diferencia entre ellos y por un segundo, mientras que tocaba aquel balón, sentía que estaba en mis mejores condiciones, que podría regresar.

- No eres solo una aficionada, ¿Verdad? - preguntó por lo que me quedé quieta.

- No. - en ese momento pensé que ya no valía la pena esconder la verdad.

- ¿Qué pasó? - preguntó tras acercarse. 

- ¿Quieres que te lo enseñé? - pregunté. 

- Sí, quiero ver esa parte de ti. - solté la bola y después fui hacia la mochila, le lancé la suya y depsués salí de la cancha.

- ¿No está tu madre en casa? - preguntó antes de alcanzarme.

- Hoy tenía que ir a al oficina, estáremos solos. - en ese momento pensé en lo que habá dicho pero lo mejor para entenderlo era que lo viera. 

Caminamos hacia casa, abrí la misma y pasé al interior, subí a la planta de arrib ay agarré una de las cajas que habían quedado sin abrir. 

- Ahi esta todo el baloncesto. - en ese momento agarró la caja y la destapó, en ese momento pensé que lo mejor era que fuera a por algo de tomar, por lo que le dejé. Fui a subir, cuando Kyo volvió a marcarme, no quería cogerlo, pero sabía que iba a insistir. 

- Hola.

- Hola, odio cuando nos despedimos de mala manera. 

- Tampoco me gusta, irme de esa manera, pero a la vez, es mejor no hablar.

- Sé que te duele hablar del baloncesto, pero que lo dejarás fue lo mejor para ti. Después de aquello pudiste volver a tener una vida como un adolescente.

- A lo mejor no quería tener esa vida, tal vez estaba bien con aquella vida. 

- Nadie podría estar bien de aquella manera y en aquel pudiste verlo, el baloncesto saca el monstruo que llevas dentro, pues te transformas en alguien egoísta.

- Entonces, solo tengo que aprender a jugar en equipo.

- Decirlo es fácil, pero solo yo sé como terminó todo aquello. Hazme caso, olvídalo. 

- Tengo que hacer un trabajo, hablemos en otro momento. - colgué y me apoyé en aquella encimera.

- ¿Era tu novio? Parece que no quiere que regreses.

- Eso es lo que quiere.

- Pero tú quieres regresar. - expresó tras acercarse.

- Es lo que quiero. - contesté.

- Entonces, regresa y demuestra que cambieste, demuestra que esa princesa autoritaria, ya no está y que ahora, solo hay una jugadora más, tal vez la mejor, pero solo una jugadora.

- Enséñame a no ser esa princesa sin corona. Hazme dejar de pensar que ese juego es solo mío y que los demás no pueden hacerlo.

- Eso déjamelo a mí, pronto podrás volver a jugar en ese estadio y está vez, nadie te abandonará, nadie se merchará. 

En ese momento solo pude pensar, que era a él lo que necesitaba, alguien que me apoyará, que me dijera que podía con todo, pero sobre todo alguien que me hiciera saber que podría volver a aquel sueño abandonado. 

Y de repente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora