Cap 17: Su hábitat natural

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Narra Suga 

Había intentado que no se viera en vuelta con Kira, pero me había salido mal por mi intervención tuvo que ayudarnos a limpiar la clase. Mientras que Kira permanecía sentada en una silla mirándonos como si fuera la supervisora. Aunque no puedo negar que terminamos rápido gracias a Tn y a sus dos subordinadas.

- Me voy. - pronunció tras terminar con lo que estaba haciendo.

- De hecho deberíamos de irnos todos. - pronuncié al ver que era tarde y el aula estaba completamente limpio, solo quedaba recoger lo que habíamos usado.

- Me adelantaré. - después de aquello agarró sus cosas y salió rápidamente.

- Supongo que yo también me voy. - pronunció Kira tras levantarse y salir de allí. Guardé todas las cosas rápidamente y después salí de allí a gran velocidad. Quería decir algo antes de irse, al menos no quería que fuera a esas horas sola por la calle, no sabiendo que había gente un tanto peligrosa a esas horas. Iba a acercarme a ella cuando vi que Tae estaba allí.

- Pensaba que te habías ido a casa.

- Tuve algunos imprevistos. - suspiró ante aquello y después se cambió los zapatos.

- Espero que esos imprevistos no se llames Suga.

- Más bien diría que se llama Kira y sus secuaces. - expresó tras dejar ñas zapatillas en su sitio.

- Si te alejas de Suga, ella se alejará de ti. - ante aquello guardó silencio. Tal vez es porque no quería dejarme, tal vez aquello era solo mi deseo.

- Tengo que irme a casa. - pronunció antes de esquivarlo.

- Te acompaño, ya terminé mis actividades del club.

- ¿A qué club vas? - preguntó un tanto interesada.

- Baloncesto. - pronunció Tae.

- Supongo que antes jugabas con ellos. -

- Sí, pero paso algo...

- No necesito saber lo que pasó. - cambié rápidamente mis zapatos y los seguí.

- Tal vez quiera contártelo. ¿Hacia dónde es tu casa? - preguntó Tae a Tn.

- Por allí, realmente esta cerca de la escuela. Así que no tienes porque acompañarme es realmente tarde. - pronunció.

- Ten cuidado. - no podía creer como seguía sus palabras, si hubiera sido yo no la hubiera dejado.  Ambos se separaron, ella se colocó los cascos y después comenzó a caminar hacia su casa. 

Aunque para mi sorpresa ella no iba hacia su casa, fue directamente hacia la cancha de baloncesto de la otra noche. Guardó su teléfono móvil en su bolsillo y después agarró una pelota que estaba por allí. 

Comenzó a botar la pelota y después comenzó a moverse por aquella cancha, estaba impresionado con sus movimientos, parecía que estaba en su hábitat natural. Estaba seguro de que se había contenido en la escuela pero la verdadera pregunta era por qué.

Y de repente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora