Era turno de el héroe emplumado, así que esperó a la joven en la entrada de la escuela, se recostó bajo un árbol y empezó a verlas nubes ¿Cómo es que la chica lo había conquistado? Meditó por un momento, rebuscó en su memoria, pero... La vió salir del colegio, se acercaba a él con una sonrisa, sonrisa que él devolvió, como un idiota.
Caminó tomando su mano, pero a pesar de que estaba tensa, no la apartó, tal vez eran nervios, pensó.
Platicaban amenamente, ella aún no sabía a dónde irían, pero eso no le importaba del todo, siempre la llevaban a lugares interesantes, esta vez no sería la excepción.
Rió levemente, era muy gracioso, realmente gracioso, la llevó a KFC, se sentaron en una mesa esperando que tomarán su orden...
No pasó, los trabajadores se peleaban ¿Quién atendería al héroe número dos?Después de veinte minutos viendo la película de Frozen, que estaba como entretenimiento para los que estaban en espera.
—Creo que iré yo a pedir, ¿qué vas a querer, linda? — preguntó.
Un sonrojo adorno el rostro de la joven.
—Elige por mi, seguro que tienes mejores gustos. — volvió a reír.
Mientras nuestro héroe emplumado iba por la orden, Lucy miró la caja especial para niños, sonrió al ver a Merida, la princesa de la película Valiente, venía con su arco y sus tres hermanos. Tal vez vendría el día siguiente, esa actitud infantil podría disgustarle al héroe y ella debía admitir que le gustaba su compañía.
Por otro lado, Hawks veía a la chica, observó ese brillo en los ojos al mirar la cajita para niños, así que tomó la decisión más madura de su parte.
—Y un Chicky pack, por favor. —
Lucy se recostaba en la mesa, pues empezaba a aburrirse, notó como los trabajadores discutían, que uno haría esto, que el otro lo otro, que uno hablaría con Hawks y ahora tenía mucha hambre, empezó a tararear la canción de la película.
—Siempre había una puerta cerrada ante mí
Y de pronto yo te descubro a ti — murmuraba.—Estaba pensando eso mismo
Porque siempre he buscado
Un lugar para mí
Tal vez lo digo por la fiesta
O esta mancha de aquí — cantó sorprendiendola.—Hawks. — dijo con los ojos bien abiertos.
—Todos me llaman Hawks, pero tú puede llamarme esta noche. — le guiñó un ojo.
Su orden llegó, un bucket de 8 piezas, un puré familiar, una ensalada, y tres bisquets. Empezaron a comer, reían y veían la película, por lo que la tarde concurrió rápida. Entonces el héroe saco la caja, ella le miró impresionada y se sonrojó.
—Me encanta que tus ojos brillen cuando algo te gusta. — le tomó su mejilla.
—Gracias. — dijo y abrió la caja, justo la figura que quería. —De verdad, es tan lindo de tu parte. —
Sus ojos se tornaron llorosos, pero le sonrió.
—Ay Dios, ¿Estás bien? ¿Dije algo ridículo? Te juro que no fue mi intención, yo... — no se le permitió terminar, pues ella lo abrazaba.
Se puso nervioso, demasiado, la chica lo ponía muy nervioso, y entonces lo recordó.
Se enamoró de su madurez y del hecho de priorizar el bienestar de los demás antes que el de ella, pero aún así dejaba en claro cuando tenía miedo, o se sentía insegura, tratando de no preocupar a los otros, simplemente se enamoró de ella.Adjsjajsjadjjaaj si me gustó cómo salió.
¿Y a ustedes?