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- Liv

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- Liv. Pero tu... mi sangre... muerte... - Ni siquiera podía armar una oración con sentido.

- No esperaba esta reacción. - Dijo incómoda.

- No. Dsto es... imposible. Yo me estoy volviendo loco... Es eso.

- Wyatt, deja de mirarme como si fuera un fantasma.

- No lo eres... Solo eres mi imaginación... Sí, eso es.

- Wyatt, me estás asustando. En serio. - Me empecé a acercar a ella.

- Pareces tan real. - Toqué brevemente su brazo.

No era mi imaginación. Ella en verdad estaba ahí.

- Es que soy real. Soy yo, Wyatt. - No tarde ni un segundo más en abrazarla.

- En serio eres tú. Pero... ¿Cómo? ¿No se supone que la sangre de hombre lobo mataba a un vampiro? ¿Por qué estás bajo el sol y no te pasa nada? ¿Por qué tu piel ya no es fría? ¿Por qué ya no hueles a sangre? ¿Por qué...? - Ella me interrumpió tocando mi cabello, al instante me relaje.

En verdad había extrañado eso.

- Demasiadas preguntas. Y la mayoría sin respuestas. Solo sé que cuando desperté, estaba en el bosque, bajo el sol, no tenía los sentidos de un vampiro, y tampoco quería beber sangre.

- ¿Eres humana? ¿Eso que importa? No sabes cuánto te extrañe. - La volví a abrazar.

- Yo también, Wyatt. - Me separé de ella, sin soltar sus manos.

- No vuelvas a hacerme eso. Me asustaste mucho.

- Tranquilo. No está en mis planes que me conviertan, otra vez.

- Y yo tampoco voy a permitir que eso pase. - Los dos estábamos muy felices. Se notaba de lejos. - ¿Por qué volviste hasta ahora?

- Es una larga - Alargó la primera "a".- historia. ¿Aún sigue en pie el Froyo del año pasado?

- ¿Lo recuerdas? - Le dije emocionado.

- Claro.

- ¿Entonces que esperamos? - Le di un pequeño empujón para que empezara a caminar. - Soy idiota - Susurré, mientras me detenía.

Ya habíamos salido del campo de football de la preparatoria. Pero no me acordaba que el entrenador no estaba trabajando en su carrito de helados, hasta ese momento.

- Un poco, tal vez.

- Oye. - Me quejé.

- ¿Qué? Fuiste tu quien lo dijo. Yo solo estuve un poco de acuerdo.

- Ok, ahora verás. - Empecé a hacerle cosquillas.

Como ya no era una vampira, todo había cambiado. Ya no había esa pequeña sensación de rechazo. Ella era más emocional y expresiva ahora. Todo se sentía mil veces mejor.

Zombies 2.5: volviendo a la vida - Wyatt y Tú - (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora