Luego de un caótico fin de año escolar. Los vampiros aún no capturaron a Víctor, y perdieron a una de ellos. ¿O tal vez no?
Wyatt se siente culpable, y tiene la necesidad de buscarla. ¿Encontrará lo que esperaba?
Tal vez no todas las historias eran...
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- Entonces, creo que el universo escogió el momento perfecto, el lugar perfecto y al chico perfecto. - Le dije.
Cada vez me ponía más nerviosa. Si algo más pasaba, me iba a dar algo.
- Yo diría a la chica perfecta. - Dijo él, dejándome sin aliento.
Desde que pasó sus brazos por mi cintura. No podía pensar con claridad. Solo quería tenerlo más cerca. Nos miramos otra vez por unos segundos. Hasta que, inconscientemente, acerque mi rostro al suyo.
Durante unos segundos, nos deleitamos con el roce de nuestros labios. Hasta que, el dejó escapar un leve gruñido y luego me besó.
Empezó siendo un ligero toque, pero después empezó a mover lentamente sus labios, causando que yo lo siguiera. No podía describir la mezcla de sensaciones que sentía en mi anterior. Lo de mariposas se quedaba corto, era como una explosión. El beso era mágico, esa era la única palabra que lo podría describir. Su toque era lento y nervioso, pero no evitaba que fuera dulce y tierno. Era increíble. Se notaba que era su primer beso. Su nerviosismo lo hacía evidente, pero era perfecto. Para mí lo era. Para mi todo él era perfecto, un poco infantil, pero perfecto. Olvidé por completo que mi muñeca aún dolía, y llevé mi mano hasta su nuca, sujetándola con suavidad, pero al mismo tiempo acercándolo más a mí.
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Al fin lo había logrado. La estaba besando. Era mágico. Estaba muy nervioso. Que quede claro que jamás me había sentido así con alguien, y mucho menos había tenido estas muestras de afecto. Pero todo rastro de nerviosismo se fue en cuanto puso su mano en mi nuca, evitando así que me separara de ella. Como si lo fuera a hacer por voluntad propia.
Nos vimos obligados a separarnos por la falta de oxígeno, en nuestros pulmones. Como dije, no porque yo quería, pero respirar es fundamental. Tenía que vivir, para poder besarla otra vez.
No era capaz de abrir los ojos. Solo apoyé mi frente contra la de ella.
- Lo que paso en tu casa... fue el inicio de esto. Y para mi es una de las mejores cosas que podrían haberme pasado.
