Cerezo ~Yoonnam~

C A T O R C E

Namjoon estaba lleno de emociones, no sabía como sentirse al respecto, claro que estaba feliz, pero tenía miedo de que todo fuera falso, tenía miedo de sus sentimientos por el pálido.

- se que mi primera impresión no fue la mejor, así que comencemos de nuevo - el moreno lo veía atentamente.

- me llamo Min Yoongi, mucho gusto - extendió su mano.

- Namjoon, kim Namjoon - le correspondió.

Su corazón latía rápidamente, sus manos estaban un poco sudadas y su cuerpo temblaba levemente.

Regresaron a la cabaña mientras hablaban de manera casual, todo los guardias estaban asombrados, nunca habían visto a el mayor sonreír tanto.

[...]

La semana de vacaciones había pasado, y más felices no podían estar, pero eso felicidad se convirtió en coraje cuando regresaron a la mansión.

Las noticias no tardaron en llegar al palido tan pronto como llegó.

- señor Min, necesitamos hablar - uno de los encargados de seguridad llamó su atención.

- ¿es urgente? - el chico asintió - vamos, en un momento los alcanzo -camino rumbo a las oficinas de seguridad.

Entró y vio a todos trabajando arduamente. Miro al guardia esperando una respuesta.

- recibimos muchas amenazas de grupos enemigos que se aliaron para quitarlo de el poder - Yoongi se dejo caer sobre una silla.

- ya ha pasado antes y no lograron nada ¿cuál es la diferencia? - el chico estaba nervioso.

- tienen un aliado muy poderoso, señor.

- ¿Lee? ¿Han? ¿Park? Sabes que no son nada.

- no, su padre, su padre es el aliado - Yoongi dejo de moverse completamente, haciendo que todo quedara en silencio.

La tensión se sentía, el palido se puso de pie furioso.

- Mándame todo lo que te han enviado - ordenó y se dirigió a la puerta - prepara un auto, dentro de una hora quiero salir - sin más salió dejando a todos tensos.

Fue a su oficina y revisó lo que le habían enviado.

Su furia aumentaba cada que leía un nuevo mensaje. Todos eran amenazas por parte de enemigos, rivales e incluso unos políticos que había tumbado del poder, todos diciendo que ya no le tenían miedo, que alguien los respaldaba, y ese respaldo se dio a conocer en el último mensaje. Estaba claro que tenía un soplón dentro de la casa y lo encontraría.

Se puso de pie rumbo a la camioneta que lo esperaba, lista para salir.

- iré yo solo, no quiero que nadie salga o entre, quiero cada esquina protegida, si algo es incumplido considérese muerto - subió a la camioneta.

Antes de partir, le envió un mensaje a Jin para que interrogara a todos los trabajadores.

[...]

Llegó a la gran casa y al parecer esperaban su llegada pues no tardaron nada en abrir el gran portón.

Bajo y entro a la casa como si fuera propia. Busco con la mirada a su padre pero no lo vio por lo cual fue directo a su oficina y sin tocar entro.

- un señor de aproximadamente treinta años estaba sentado fumando un puro con una sonrisa de lado.

- veo que eres rápido - dejo el puro de lado - ¿estuvieron agradables las vacaciones? Veo que ese niño creció mucho, lamentable que no te hayas desecho de el antes, pero ahora  veo que incluso le conseguiste un papá...

- ¿que buscas? - fue directo al grano.

- yo no busco nada Yoongi, solo quiero platicar con mi hijo ¿eso es malo? - seguía con la sonrisa burlona.

- hace mucho que dejaste de ser mi padre, así que ahora dime porque haces esto - el señor se puso serio.

- esto no estaría pasado si me hubieras seguido el paso como debía.

- nunca podría ser igual que tu.

- no tenemos muchas diferencias, los dos matamos gente, amenazamos, robamos, pero según tu, tienes tus razones.

- siempre fuiste berrinchudo, ahora tienes tu imperio y me sorprende que un inútil como tu lo este logrando - continuo el mayor. Su semblante se puso completamente serio - pero no pueden existir dos personas con tanto poder, así que esta es mi primera advertencia para que te alejes de esto, incluso te daré un puesto aquí, solo por ser de mi sangre.

- tu sangre es lo que más asco me da - Yoongi se acercó al escritorio - tienes razón, no pueden existir dos personas con un poder, así que deja de fastidiar que quien acabará en la ruina eres tu.

El mayor rió, aunque sonaba forzado u furioso.

- estas es mi primera advertencia.

- y la última, porque no permitiré que tus amenazas tan siquiera lleguen - apollo sus palmas en el escritorio y acerco su rostro - no te tengo miedo.

- deberías Yoongi, se lo que son ese chico y el esquinqule para ti, no quieres ver de lo que soy capaz.

No dijo nada y se dirigió a la puerta.

- dile a tus bola de orangutanes que deje  de molestar, son como un mosquito - salió de la oficina rumbo a casa.

Su sangre hervía, y claro que tenía miedo, estaba nervioso, lo conocía, después de todo era su padre, su sangre y sabía de lo que era capaz. Pero nunca iba a mostrar su debilidad, no frente a ellos.

Salió de la gran mansión en su camioneta como si nada le afectara pero cuando estuvo lo suficientemente lejos aparco el auto a la orilla de la carretera.

- ¡AAAGH! - soltó un grito de frustración y golpeo el volante.

Su respiración estaba agitada y su rostro rojo. Talló su cara con frustración y apoyó su cabeza en el volante.

Su celular comenzó a sonar, soltó un suspiro y contestó sin revisar quien fue.

- ¿que quieren? - contestó sin ánimos.

- ¿Yoongi? ¿Estás bien? Si quieres puedo hablarte más tarde...

- Namjoon, esta bien, perdón por contestar así - como si fuera magia, el odio y la furia se esfumó al escuchar esa voz - ¿necesitas algo?

- no, solo pensé que no llegarías y quería decirte, b-buenas noches, deecho Kookie esta aquí.

- ¡Papá! ¿Vas a venir?

- ya voy para haya, no tardo nada en llegar.

- te esperaremos aquí, la señora Lee hizo un postre muy rico, yo le ayude.

- ya quiero probarlo, en unos minutos estaré ahí .

- entonces te esperaremos - colgaron después de eso.

Yoongi partió rumbo a casa más relajado, por un momento pudo olvidar todo.

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Gracias por leer ❣