Capítulo 03.

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Seguí corriendo tan rápido como pude sin mirar a atrás, mis piernas ya escocían y mi corazón bombeaba con fuerza. El cabello se me pegaba al rostro y el frío me calaba en los huesos, pero aún así no me detuve, tenía que irme lo suficientemente lejos.

Me aferré a mi mochila con fuerza tratando de enfocar mi camino, era de noche por lo tanto todo estaba completamente oscuro y solo podía escuchar el mar a lo lejos mezclándose con mi respiración.

Un disparo.

El sonido seco me hizo detener abruptamente y giré mi cabeza, sintiendo mis ojos humedecerse.

Dos disparos.

Mi cuerpo empezó a temblar y un nudo se instaló en mi garganta, no sabía que estaba pasando allá, solo podía escuchar los sonidos de las armas.

Tres disparos.

Mis piernas flaquearon y me dejé caer en el suelo, un zumbido agudo se escuchó muy alto dentro de mi cabeza y quise regresar, no podía dejarlo ahí.

Tenía que volver y ayudar.

«Todo esto es mi culpa»

Miré el enorme faro que se levantaba delante de mí a solo unos metros y su luz apuntaba en dirección al mar, me cuestioné si debía esconderme ahí, pero la idea fue estúpida. Si me quedaba aquí o me metía al faro ellos iban a encontrarme y nada habrá valido la pena.

Mi única opción era correr.

Esa siempre fue mi única opción, huir tan lejos como sea posible.

«Vete lejos, corre tan rápido como puedas y pase lo que pase no mires atrás» Sus palabras vinieron a mi mente como una ráfaga de viento, palabras que hace unos minutos me había dicho.

«Pase lo que pase no olvides que te amo y te prometo que donde sea que estés, voy a encontrarte»

Un sollozo escapó de mi garganta al evocar sus palabras y me levanté secándome las lágrimas con el dorso de mi mano.

Otro disparo más.

Pero esta vez ya no me detuve, seguí corriendo con la esperanza albergando en mi corazón, con la esperanza de que iba a encontrarme...

Abrí los ojos de golpe y me enderecé en la cama tragando una gran bocanada de aire, sentí mi cuerpo temblar y traté de respirar con normalidad. Me pasé una mano por la frente y esta estaba llena de sudor, cerré los ojos con fuerza tratando de recomponerme.

Los disparos, los sentimientos, todo parecía tan real. Como si se tratara de un recuerdo y no de una horrible pesadilla.

Sentí mucho miedo en ese sueño, pánico y nervios.

¿De qué huía? ¿De quién?

Escuché como tocaron la puerta y mi vista cayó en ella con temor y tragué saliva. Los golpes siguieron y yo me encogí en mi cama.

—¿Melissa? —Escuché la voz de Carrie del otro lado y mi cuerpo se relajó—. ¿Ya estás despierta? Voy a entrar.

No me dio ni tiempo de responder cuando la puerta se abrió y por ella entraron mis padres y mis hermanos, todos con una sonrisa y Carrie sostenía un pastel de chocolate redondo en sus manos, yo los miré con la ceja enarcada y una sonrisa desplegándose de mis labios.

—¿Qué es todo es...?

—Cumpleaños feliz te deseamos a ti —Empezaron a canturrear todos al unísono y acercándose a mi cama y mi sonrisa se ensanchó más como si eso fuera posible—. Cumpleaños querida Meli, cumpleaños feliz.

Deserción © [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora