Capítulo 01.

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Abrí los ojos, encontrándome con un limpio y blanco techo, giré mis ojos para observar la habitación completamente ordenada, una en la que llevo un año despertando

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Abrí los ojos, encontrándome con un limpio y blanco techo, giré mis ojos para observar la habitación completamente ordenada, una en la que llevo un año despertando. La cual Carrie me asignó el día que llegué.

Ella era una mujer muy amable y bondadosa, junto con su esposo dirigía este lugar.

Un centro de acogida.

Desperté hace un año en medio de la nada, sin recordar mi vida, sin recordar de donde venía o quién era. Recuerdo que solo cargaba una mochila con una identificación y un acta de nacimiento, pero nada más.

Melissa Mcklein, dieciocho años. Se suponía que esa era yo.

Caminé mucho hasta que me desplomé en medio de la acera, en donde Carrie y Charles; su esposo. Me encontraron, no pudieron dejarme ahí.

Yo estaba desorientada, asustada, no conocía nada. Y ellos por eso no pudieron dejarme a mi suerte, no tuvieron la maldad para hacer eso, no cuando después me explicaron lo que el Gobierno hacía con los niños o adolescentes que no tenían en donde caerse muertos:

Los asesinaban.

Ese hubiera sido mi destino si ellos no me hubieran encontrado, si no me hubieran ofrecido un lugar en su hogar, estando aquí yo estaba segura. Carrie y Charles tenían una buena sustentabilidad económica, eran capaces de poder mantener a todos los chicos que vivíamos aquí, es por eso que eran intocables. Después comprendí que el dinero te daba poder, por más que los llamados "líderes" quisieran, no podían alejarnos de este lugar si Carrie no lo permitía.

Ellos nos decían que éramos sus hijos, no importaba cuanto tiempo lleváramos aquí o bajo que circunstancia hubiéramos llegado, ellos nos amaban a todos de la misma manera. Que su único deseo en el mundo era vernos triunfar y que nadie nos hiciera daño.

Me enderecé en la cama lanzando un suspiro, masajeé mi sien mirando el enorme espejo frente a mí, luces que por el momento no estaban encendidas estaban acomodadas en el marco color rosa. Le eché un vistazo a mi reflejo e incliné la cabeza observándome.

¿Qué me pasó? ¿Quién era antes de terminar aquí? ¿Quién era antes de despertar en aquel lugar donde no había nada?

Son las mismas preguntas que me he hecho desde que desperté ese día, completamente sola. Estaba completamente aterrada, y cuando llegué a la cuidad, me aterré más. Todo era tan extraño, tan...deslumbrante.

Unos suaves toques en la puerta me hicieron salir de mi ensoñación y me giré hacia la blanca y bonita puerta, y es que en realidad todo en este lugar era bello, el jardín era magnifico y tan verde y fresco. Amaba estar aquí.

—¿Melissa? ¿Ya estás despierta? —Escuché preguntar a Lena y sonreí—. ¿Puedo entrar?

—Sí, adelante Lena —Contesté y la perilla se giró para después la puerta ser abierta completamente, por ella se asomó Lena con una sonrisita dulce en sus labios.

Deserción © [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora