Capítulo 29 (Penúltimo).

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Entré a la habitación que compartía con las chicas y cerré detrás de mí. Me recargué contra la madera, sin que la sonrisa se borrara de mi rostro.

Habíamos compartido un beso maravilloso y un momento tan especial, uno que tuvimos que terminar antes de que se hiciera más tarde y no encontráramos algo que comer. Mis hermanos y mis amigos deben estar hambrientos y mientras que Jensen y yo estábamos juntos y nos besábamos, los demás debían estar muriendo de hambre.

―Llegaste ―Habló Claude, sacándome de mis pensamientos―. ¿Por qué tardaste tanto?

―Estaba un poco ocupada, lamento el retraso, pero aquí está lo que pude conseguir ―Extendí la bolsa de plástico―. Es fruta, jugos de cartón, algunos emparedados y galletas. Espero que consigan disfrazar el hambre con eso hasta mañana.

―Es perfecto, con esto bastará ―Me sonrió, tomando la bolsa―. Lena está dormida, pero tenía hambre.

―La despertaré para que coma, gracias ―Contesté y miré a Bárbara, la cual estaba dormitando a la orilla de una cama, el sueño la estaba venciendo―. ¿Tienes hambre, Barbie?

Parpadeó y me enfocó.

―Ni te imaginas ―Hizo una mueca.

―Traje comida, toma lo que gustes, por favor ―Pedí―. Anda, antes de que de nuevo preguntes, sí estoy segura. Come, por favor.

Sonrió enormemente con diversión.

―Tienes una habilidad impresionante para descifrar a las personas, cabello blanco ―Se levantó y se talló los ojos perezosamente―. Muchas gracias por la comida y el hospedaje.

―Muchas gracias por ayudar a escondernos, nos salvaste la vida.

―De acuerdo, eso ha sonado extraño y aterrador. Sigo pensando que se esconden de matones ―Apuntó y reí levemente.

―Nada de matones, lo prometo ―Negué.

―Eso espero, soy muy joven para morir ―Dijo, dirigiéndose a Claude y entablando una conversación con ella mientras comía.

Yo me enfoqué en Lena, la cual estaba en una de las camas, envuelta en una sábana blanca, hecha un ovillo por el frío. Me acerqué y me senté en la orilla, me incliné un poco para estar cerca y piqué su brazo con mi dedo.

―Bebé ―La llamé en voz baja para no asustarla―. Despierta, Lena. Debes cenar algo o me enojaré.

Se removió, soltando un resoplido.

―Tengo sueño ―Musitó y se talló los ojos perezosamente―. ¿Mamá ya llegó?

Tragué saliva.

―No ―Susurré―. Vendrá mañana, pero ahora debes comer. Sino le diré y ya sabes como es Carrie si no comemos bien.

―De acuerdo ―Se incorporó en la cama―. ¿Qué comeremos, Meli?

―Espera aquí ―Dije y me levanté, caminé hacia Claude y tomé un emparedado, un jugo y una galleta de la bolsa.

De nuevo caminé a Lena y me senté, le tendí las cosas y la vi comer en silencio.

―Estás llena de rasguños y golpes ―Señaló Claude―. ¿Te duelen mucho? Puedo ir a buscar un botiquín si quieres.

―No duele, estoy bien. Solo estoy cansada y quiero dormir ―Suspiré con pesadez―. Muchas gracias, Claude. Y gracias por atacar a ese militar, eres muy valiente.

―Se hace lo que se puede ―Sonrió, sentándose en una silla de madera y comiendo una naranja―. Estaba aterrada, incluso por un momento me quedé totalmente paralizada.

Deserción © [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora