Capítulo 10.

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Los hombres me observaban mientras sostenían los palos de madera y mientras Claverie se sentaba en la silla con la pierna cruzada sobre la otra. Me echó una breve mirada y me sonrió con inocencia.

—¿Cómo te has sentido, Avery? —Su pregunta me tomó por sorpresa pero disimulé eso junto con el miedo que sentía por estar sola aquí con ellos y sin nada para defenderme.

—He estado bien, padre.

—¿No sientes nada diferente? —Hizo un mohín y me observó con curiosidad, las manos me empezaron a sudar y negué con seguridad.

—No, todo está igual desde que partiste hace unas semanas.

—¿Enserio? —Inquirió haciendo una mueca y le hizo una señal a los hombres para que se acercaran a mí—. Tengo que comprobarlo por mí mismo.

—¿A qué te refi...? —Mis palabras quedaron al aire cuando sentí un fuerte golpe en mi estómago, golpe que resonó por toda la habitación y me hizo doblarme sobre mis rodillas cuando el aire me faltó.

Todo esto me tomó por sorpresa y no supe ni cómo reaccionar.

—¿Eso te dolió?

No respondí.

No podía.

No por el dolor, no por el golpe. Si no porque no podía dejar de pensar en que Jensen le dijo todo, en que por eso Mikael me preguntaba si me sentía diferente. Tal vez iba a torturarme y a golpearme hasta que mi cuerpo no resistiera más y muriera.

Va a matarme.

De nuevo otro golpe me llegó con fuerza y yo solté un pequeño grito.

—No paren, no hasta que logren hacerla sangrar —Pidió Claverie con tranquilidad y yo lo enfoqué mientras apretaba los dientes con fuerza.

Otro golpe llegó pero esta vez no fue con la vara de madera, fue una patada que me hizo rodar hasta uno de los extremos de la habitación.

Uno de los hombros me levantó con fuerza y con la misma fuerza que me levantó me dejó caer en el suelo.

¿Qué es todo esto?

Tosí cuando de nuevo me apalearon con fuerza y yo me mantenía en el suelo encogida por el dolor, quería defenderme, lo quería más que nada, pero no podía hacerlo, no tenía las fuerzas. Todo mi cuerpo escocía.

—Me sentiría mal por golpear a una chica si no supiera que si fuera al revés ella haría lo mismo contra nosotros sin dudarlo —Habló uno de los hombres mientras me tomaba del cabello y me soltaba una bofetada con fuerza y me dejaba en el suelo con brusquedad.

Solté un alarido como si fuera un animal herido y cerré los ojos con fuerza.

Me dolía todo esto.

Pero por más ganas que tuviera de mirarlos con odio y con asco debía esconder esos sentimientos muy bien, porque nada estaba dicho, yo no sabía en realidad que era lo que de verdad estaba pasando.

No sabía si Claverie en realidad quería matarme o esto era otra cosa.

No sabía nada en concreto.

Escupí sangre después de que el otro hombre me golpeó la cara y traté de limpiarme con el dorso de mi mano pero no pude darme ese lujo, estaba muy débil, ya no podía más. Me habían golpeado mucho, mi cuerpo me dolía mucho y estaba segura de que tenía muchas heridas en todas partes.

Deserción © [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora