Capitulo 15

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Otra mañana llega.
Adormilada, me doy la vuelta en la cama para estirarme un poco, pero la presencia de la mujer junto a mi me lo impide.
Devuelvo mis brazos a su posición original mientras siento como me late el corazón con prisa.

Tatiana está acostada a mi lado, boca abajo, con el cabello desordenado y su rostro vuelto hacia mi. Está dormida profundamente con una expresión de tranquilidad.

Me quedo mirándola fijamente, sin poder creer lo que estoy viendo.
Luego poco a poco los eventos del día y noche anterior me llegan de golpe.
El rubor aparece en mi cara.

Después de muchos años, he vuelto a dormir con Tat.

[... Me había quedado dormida en el sillón después de esas agotadoras horas.
Al despertarme, estaba acostada en la cama con Tatiana a mi lado. Ella estaba leyendo un libro, como lo hacía cada noche antes de que nos separaramos.
Al notarme despierta, Tat bajó el libro a su regazo y me miró con seriedad.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó.
- ¿Eres real?
- Eso ya me lo preguntaste en la mañana Sarah. ¿Acaso alucinas tanto conmigo?
- Es que es extraño verte todavía aquí - Le dije al sentarme e ignorando su pregunta - ¿Qué hora es?
- Las 7:25 p.m
- ¿Dormí todo el día?
- Como piedra. Pero eso es bueno. Te ves mucho mejor.
- ¿Porqué todavía estás aquí?... Creí que ya te habrías ido.
- Te dije que quería acompañarte, pero si quieres que me vaya, me voy.
- No, no te vayas...

Tatiana solo asintió. Luego continúo con su lectura sin prestarme mucha atención.
Yo me incorporé despacio. Aún sentía un poco del dolor de cabeza, pero era algo leve que podía soportar.

Tat había hecho maravillas con mi departamento, así que me quedé mirando todo alrededor sin saber que hacer a continuación.
Ella estaba ahí; junto a mi.
No habían miradas de desprecio ni reprimendas. ¿Qué significaba todo eso?
Después de explicarme todo el asunto con los papeles, ¿Esta actitud significaba que ella aún sentía algo por mí? ¿O era sólo amabilidad y lástima?

- Tat... ¿Te quedas a dormir? - Se lo pregunté en el tono de súplica en que lo haría un niño pequeño.

Talvez fue un atrevimiento de mi parte, pero necesitaba estar con ella, y algo me decía, después de como me trató todo el día, que me respondería que sí.

- Dormiré en el sillón. - Fue su respuesta.

Yo le dije que estaba bien. No iba a proponerle otra cosa. ¿Cómo podría?
No me sentía con el derecho.
Ella no me había juzgado apesar del horrible estado en el que me encontró.
Así que no estaba bien que le pidiera aún más.

Después de cenar, le presté una pijama, y unas cobijas.
Me quedé dormida casi de inmediato después de acostarme. Estaba en realidad agotada.
Pasadas unas horas, ya era de madrugada, cuando sentí que la cama se movía.
Tatiana se había pasado a dormir conmigo, como si de unas adolescentes nos trataramos.

Me quedé quieta, sintiendo como ella me abrazaba por la espalda, y luego escuché como lloraba por lo bajo mientras arrugaba la tela de mi blusa con sus dedos.

No le pregunté porqué lloraba, solo me di la vuelta y la acuné en mis brazos.
No esperaba que me besara hasta dejarme sin aliento, ni mucho menos lo que siguió después...
Simplemente me tomó por sorpresa...]

Me muevo con cuidado en la cama para no despertar a Tatiana.
Necesito ir a la cocina y prepararme urgentemente un café; pero antes busco mi teléfono y marco el número de Mónica.
Ahora que me siento más consciente y relativamente tranquila, necesito volver a las responsabilidades de madre que penosamente mente había dejado de lado.

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