Habían fijado la cita 8.00 am. Según los cálculos y las observaciones, nadie estaría despierto tan temprano. ¿El lugar? La pérgola del parque Reist. Era su lugar favorito para este tipo de encuentros. Se puso un vestido largo de verano porque sabia que a él le gustaría. Resaltaba su figura a la perfección, al tiempo que impedía que sufriera el calor abrazador del verano del pueblo de Romwood.
Estaba ansiosa por verlo de nuevo. La verdad, ya lo estaba extrañando.
Esta cita fue planeada muy sobre la marcha, pues ninguno podría estar seguro de cuando estaría lista la información necesaria, motivo del encuentro. Él necesitaba confirmar sus presunciones con pruebas verosímiles e irrefutables antes de hacer ningún movimiento o tomar ninguna decisión drástica. Había que ser cauteloso con esto, no precipitado. Eso nunca había dado buenos resultados en el pasado. Pensar bien un plan de acción, paso a paso.
Por fin las había conseguido. Él estaría orgulloso.
Había estado algo ansioso los últimos días por obtener la información, pero ella había intentado tranquilizarlo diciéndole que tomaría tiempo. Que no era como ir a por pan. Debía ser cuidadosa.
Se colocó sus gafas de sol y tomó el transporte público en dirección al parque Reist. Para variar, fue la primera en llegar. El parque no estaba muy repleto de gente, pero tampoco se podría decir que estuviera vacío. Uno que otro transeúnte paseaba con niños o adultos mayores, descansando en los bancos de la plaza. Colocó sus codos sobre la barandilla del contorno de la pérgola y los observó a todos con atención. Pensó que seguro todos ellos tendrían algún secreto que ocultar.
«Tú, señora que pasea su perro tan temprano por la mañana, ¿Alguna vez sintió como si estuviera viviendo una mentira?», preguntó para sí misma, como si hablara con la señora que pasó frente a ella.
Suspiró.
Unos minutos después, él subió los peldaños de la pérgola haciendo un ruido con los zapatos que captó su atención.
Ella se volteó hacia la entrada de la pérgola y lo vio allí parado. Tan hermoso como siempre, con una enorme sonrisa en su rostro y las manos en los bolsillos.
Él se acercó a ella extendiendo sus brazos. Ella imitó su sonrisa y él la estrechó en un enorme abrazo.
—Como te he extrañado —dijo él. Ella apreció cada palabra, profundizó el abrazo y cerró sus ojos para disfrutarlo.
Él se apartó unos centímetros, tomó su cara entre sus manos y la besó con pasión mientras acariciaba el resto de su cuerpo disimuladamente. Ella correspondió su beso y, luego de unos segundos, sus bocas se separaron, pero sus rostros seguían juntos, narices pegadas, mirándose a los ojos.
—Dios, amo ese vestido —exclamó él.
Ambos rieron.
—Lo sé.
Cuando se separaron, ella levantó la grabadora en alto y reprodujo unos segundos para que él tuviera una vista previa del contenido.
Detuvo la grabación cuando llegaba hacia el final.
—¿Será esto suficiente? —preguntó ella.
Él esbozó una sonrisa enorme y ella lo imitó. Se lo notaba orgulloso.
Se acercó a ella y sostuvo su cara con sus manos.
—Es excelente. Estamos cada vez más cerca, mi amor —dijo y la besó.
En la residencia Romwood, Rachel se levantó a eso de las 12.00 pm. Era demasiado tarde para lo que ella estaba acostumbrada, pero, al parecer, estaba exhausta.

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BEHIND US
Mystery / ThrillerRachel Romwood y su disfuncional familia protagonizan esta turbulenta historia. Llena de decepciones, secretos, extraños reencuentros, abandonos y traiciones. Una boda mediática. Una reaparición indeseada y abandonos misteriosos e inexplicables. ...